Todos nos hemos encontrado plantados ante un grifo aguardando a que el circuito del agua caliente se active y que de la tubería emane el ardiente líquido elemento. Con la llegada del frío a algunos nos pasa a diario. Con estos datos no es difícil imaginar que esta fogosa espera, además de desesperante, es costosísima. 5.475 litros por habitante se van cada año por el desagüe de esta manera tan tonta.
Ha bastado un mecanismo sencillo y asequible para solucionar este inconveniente doméstico tan habitual. Cosas de Perogrullo pero a nadie se le había ocurrido cómo acabar con este atraso tecnológico y medioambiental. Alfonso Cuervo-Arango ha sabido combinar ingenio e instinto empresarial para lanzar Aquareturn. Del tamaño de un tetrabrick, el pequeño artilugio se ubica bajo el lavabo, entre los latiguillos de las tuberías de agua caliente y fría con una simple instalación que no lleva más de cinco minutos. Incorpora un enchufe a la red que alimenta un termostato. Éste indica cuándo es el momento idóneo para que el agua brote y hasta ese momento el sistema no permite que se pierda una sola gota.
En fase todavía de comercialización, los responsables del producto calculan que su precio de venta al público puede oscilar entre los 200 y los 250 euros. Una cantidad más que conveniente si consideramos que el ahorro que este invento podría suponer en el conjunto de hogares españoles podría alcanzar los 1.000 millones de euros entre facturas de agua, gas y electricidad. Por no hablar del impacto positivo que tendría en nuestra huella hídrica.
La idea, de la que todos podremos disfrutar a finales de marzo de 2013, ha sido premiada por distintos foros empresariales. Sin duda es ejemplar la habilidad para encontrar respuesta a una demanda tan popular y es que hay que adaptarse al mercado y estar alerta. Como el mismo Bruce Lee diría, “Be water, my friend”.
Fuentes: Twenergy / Aquareturn / Ecoinventos / Flickr