Las matemáticas no engañan: si un ataúd tradicional precisa de un árbol para su construcción y, en cambio, con Restbox –marca argentina- conseguimos fabricar 100 féretros, ¿qué es más beneficioso desde un punto de vista ambiental? A fin de cuentas, el 80% de su material proviene del reciclado de papel y cartón.

La respuesta es clara, pero ¿cuál es el secreto para que exista esta diferencia tan significativa? Sencillo, estos nuevos ataúdes ecológicos están fabricados con cartón. Aunque pudiera parecer que este material es más frágil y no apto para este uso, nada más lejos de la realidad, puesto que los féretros producidos por este emprendedor son capaces de soportar más de 200 kilogramos.

La sustentabilidad de este ingenio va más allá de la reducción en la tala de los árboles, puesto que en su descomposición se eliminan los riesgos de contaminación de aguas subterráneas, pues no contiene ningún tipo de barniz, ceras o metales.

La versatilidad de los féretros es tal que permite ofertar diferentes modelos, con o sin cruces o, incluso para mascotas. Además, su ensamblaje resulta extremadamente sencillo y, al poder almacenarse y transportarse plegados, los costos y el impacto medioambiental también se ven ostensiblemente reducidos.

En este sentido, en un contenedor estándar se pueden llegar a transportar hasta 1.200 unidades, con un promedio de unas 300 unidades por pallet. Algo de vital importancia en casos de desastres naturales en los que desgraciadamente es necesario un gran número de féretros.

En realidad, este tipo de ataúdes ecológicos no son nuevos, puesto que ya en 2011, cuando se produjeron los trágicos atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, el creador de Restbox donó ataúdes a las víctimas a través de Cruz Roja, como posteriormente también haría con el tsunami en Asia.

Desde hace años, los productores de eco-féretros, como son también conocidos, se han multiplicado, con variantes como las de la empresa Ecopod, que cuenta en su oferta con una semilla-ataúd biodegradable que cuando se descompone genera una nueva vida. No es la única que ha optado por esta variante, puesto que la italiana Capsulamundi también comercializa un recipiente reciclado en forma de semilla.

Por otro lado, estos ataúdes ecológicos son mucho más económicos, no sólo en su producción sino también en su comercialización, brindando la oportunidad de ser enterrado dignamente a quien menos posibilidades económicas cuentas, puesto que su precio es de tan sólo 150 pesos.

 
Fuetnes: RestboxInfobae | Consumer | El Tiempo 
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