Estos contenedores de basura inteligentes, diseñados por BigBelly en California, han sido comercializados en la mayoría de los Estados Unidos, y poco a poco van llegando a Europa.
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Funcionamiento de los contenedores
Su mecanismo es sencillo. En su interior contienen una compactadora que reduce en un 15-25% el volumen inicial de residuos funcionando de manera autónoma, puesto que se mueve gracias a unas placas solares que tienen en su parte superior. De esta manera no consumen ni un vatio de energía y no necesitan estar enganchados a la red.
Tienen, además, unos sensores en su interior que detectan cuando ya está lleno y avisa al sistema para que venga a recogerlo.
Objetivo a alcanzar
La finalidad de este eco-invento es doble:
- Por una parte, la reducción del número de recogidas permite a los Ayuntamientos ahorrar los costes de gestión que éstas suponen.
- Por otra, al disminuir el número de desplazamientos de los camiones de recogida, también lo hacen las emisiones derivadas de los mismos.
Si algún ayuntamiento los instala en su municipio podrá ahorrarse hasta un 80% de los costes y recuperar en poco tiempo la inversión. En estos tiempos de crisis todos los ahorros son muy bien recibidos, pero ¿quién se atreverá a hacer la inversión inicial?
Va siendo normal encontrarlos en New York, Boston, Canadá, Dublín (Irlanda), Frankfurt (Alemania), Bornemouth y Cambridge (Reino Unido) y otras ciudades europeas. Barcelona y Sant Cugat del Vallés han instalado ya unos de estos contenedores inteligentes para facilitar la recogida de basuras en su ciudad.