Gases refrigerantes ecológicosLos refrigerantes son compuestos químicos, líquidos o gaseosos, empleados para producir el enfriamiento que se desea obtener. Sus efectos negativos sobre el medio ambiente y, más concretamente, el impacto de estos gases refrigerantes sobre la capa de ozono y el cambio climático, ha hecho que la evolución de los mismos haya estado condicionada en gran medida por factores de carácter ambiental.

De esta manera, el calentamiento global y el agotamiento de la capa de ozono han llevado a que el sector dedicado a producir compuestos refrigerantes tome un nuevo rumbo a través de los llamados “refrigerantes ecológicos”.

Problemática y evolución de los refrigerantes

La mayoría de los refrigerantes convencionales pertenecían al grupo de los clorofluorocarbonos (CFCs) o los hidrofluorocarbonos (HCFCs). Estos compuestos, en contacto con la radiación ultravioleta del sol, liberan el cloro presente en su estructura, que a su vez reacciona con el ozono destruyendo esta capa protectora de la atmósfera.

Con el fin de prevenir este efecto, se comenzaron a desarrollar los hidrofluorocarbonados (HFCs) que, al no contener cloro dentro de su estructura, no contribuyen a la formación del agujero de la capa de ozono.

Sin embargo, estos refrigerantes conocidos como “verdes” o “ecológicos”, son gases de efecto invernadero (GEIs), principales responsables del cambio climático del planeta. De hecho, estos compuestos presentan potenciales de calentamiento global mucho más elevados que el CO2 (el HFC 32, también conocido como R-32, presenta un potencial de calentamiento global 675 veces superior al del CO2).

De este modo, el incremento de las regulaciones y restricciones en el uso de los refrigerantes basados en CFCs, HCFCs y HFCs ha hecho que la investigación de nuevos refrigerantes menos nocivos para el medio ambiente siga abierta.

El amoníaco, una buena alternativa

Desde mediados del siglo XIX se han venido empleando refrigerantes naturales para la producción de frío. Debido en gran parte al debate medioambiental sobre los principales gases refrigerantes, la participación el amoníaco en el mercado se encuentra en alza de nuevo siendo apoyado, incluso, por compañías de gran experiencia.

Desde el punto vista de la protección al medio ambiente, el amoníaco es un refrigerante ideal, ya que no contribuye al deterioro de la capa de ozono ni tampoco al calentamiento global. Además, de todos los refrigerantes conocidos hasta el momento, es el que menor cantidad de energía requiere actuar gracias a sus características refrigerantes.

Por último, el amoniaco no sólo es un producto sostenible desde el punto de vista ecológico, sino también desde el económico, al tratarse de una materia prima barata, a diferencia de los refrigerantes sintéticos.

Cabe mencionar que le amoniaco es corrosivo y peligroso cuando se libera a la atmósfera en grandes cantidades, por lo que su uso exige tomar precauciones especiales. Debido a su naturaleza irritante, las personas no pueden permanecer en atmósferas que contienen altas dosis de amoniaco por ser peligroso para la salud. Algunas de las principales precauciones empleadas son, por ejemplo, al correcta ventilación de los locales, la instalación de detectores de amoniaco y el uso de alarmas.

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