La movilidad urbana a estudioLógicamente, además de la actual coyuntura económica, otro de los factores que podrían estar contribuyendo a la caída en las ventas es la denominada ‘Generación Y', esto es, los nacidos entre 1982 y 1993. Este grupo está siguiendo unas pautas de consumo muy distintas a las tradicionales, decantándose por fórmulas como el leasing o el carsharing (compartir coche con varias personas para determinados trayectos), en lugar de adquirir vehículo propio.

Éste es tan sólo uno de los factores que están cambiando las tendencias de movilidad en las grandes ciudades, que vienen a sumarse los nuevos vehículos híbridos y eléctricos y, sobre todo, la mayor sensibilización que hay en el sector de automoción en cuanto a los riesgos de emisiones de CO2.

En este nuevo escenario y con el objetivo de ayudar a las empresas a evaluar y tomar decisiones sobre estos comportamientos cambiantes, la consultora norteamericana Frost & Sullivan acaba de arrancar un ambicioso estudio de la movilidad urbana que le llevará por 20 ciudades a lo largo y ancho del mundo, desde Kuala Lumpur o Singapur a Méjico DF o Nueva York, pasando por Frankfurt, París o El Cairo, entre otras. La investigación se extenderá a lo largo de un año entero, aunque la consultora irá avanzando conclusiones mes a mes, con lo que a finales de este mismo año podría salir a la luz el primero de los informes.

Serán entrevistados 24.000 ciudadanos, siempre y cuando se encuadren en la categoría de ‘commuters', es decir, aquellas personas que realizan el trayecto casa-trabajo y viceversa cada día. Elementos como las distancias recorridas, los tiempos de desplazamientos, el medio de transporte o el precio del mismo serán variables que ayudarán, a la vuelta de un año, a extraer las conclusiones. Todo ello sin olvidar aspectos como la preocupación del ciudadano por una movilidad sostenible y si está dispuesto a pagar por ella.

Cuando se haya concluido el estudio, Frost & Sullivan espera disponer de la información necesaria para ayudar diseñar mejores planes de movilidad urbana, de modo que no sólo se reduzcan las emisiones contaminantes, sino que se mejore la calidad de vida de los ciudadanos en general. Además, los ahorros de costes también se verán beneficiados con las medidas, puesto que se reducirían los atascos significativamente. Sólo en Madrid, se estima que los embotellamientos malgastan 839 millones de euros al año o, lo que es lo mismo, unos 2,3 millones de euros al día.

Fuentes: Elaboración propia / ecomove.es / frost.com / expansion / elpais / flickr

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