Novacem: el cemento ecológicoEl cemento portland, creado en 1842, está presente en los edificios como compuesto clave en el hormigón, mortero, render y bloques. Su fabricación desprende grandes cantidades de dióxido de carbono liberado de la roca durante el proceso de cambio de carbonato de calcio a dióxido de calcio a una temperatura de 1450º C. La industria del cemento emite unas 2 GT (gigatoneladas) de CO2 al año, aproximadamente el 6% de las emisiones industriales del mundo, y se prevé que crezca hasta 5GT para el año 2050.

El cemento desarrollado por Novacem, en palabras de Nikalaos Viasopoulos, el investigador jefe de este novedoso proyecto, está basado en una tecnología completamente diferente al cemento portland tradicional, al crearse a partir de silicatos de magnesio cuyo balance de carbono es negativo, ya que el CO2 que emite durante su fabricación lo compensa con el que absorbe una vez construido. El truco consiste en no partir del carbonato de calcio, es decir, de cal, sino de silicato de magnesio a una temperatura de 650º C, muy inferior a la del cemento convencional. Es a través de este material como el nuevo cemento emite cantidades mínimas de dióxido de carbono cuando es fabricado y  mientras envejece absorbe gases de efecto invernadero.

El cemento ecológico de Novacem tiene la misma calidad estructural que el portland tradicional y, lo más importante, durante el proceso de endurecimiento es capaz de capturar 100 kg de CO2 por tonelada, pudiendo llegar a 900 kg.

La investigación, que ha convertido a uno de los materiales más usados del mundo en un material absorbente de dióxido de carbono, fue desarrollada por el London Imperial College, que planea la construcción de una planta piloto y la comercialización del nuevo cemento para el año 2015. De momento, los investigadores ya han cosechado los frutos de su trabajo, pues Novacem se ha convertido en toda una revolución industrial ganando más de 10 premios medioambientales y tecnológicos, tales como el Pionero Tecnológico por el World Economic Forum; MIT Technology Review’s que lo nombró una de las tecnologías emergentes más importantes del año.

Los desarrolladores de Novacem calculan que por cada tonelada de cemento construida con el nuevo cemento se evitará la emisión de casi una tonelada de dióxido de carbono. Es decir, que no habrá mejor manera de reducir el efecto invernadero, que construyendo. Este panorama pondría a la industria de la construcción en una de las más limpias y verdes del planeta. Es, sin duda, una de las mejores noticias para el medio ambiente, siempre que este tipo de tecnología sea comercializada.

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