Si estás pensando invertir tu dinero en un nuevo ordenador, sea de sobremesa o portátil, te invitamos a pensar no solo en los factores técnicos o de usabilidad, sino también en aquellos relacionados a la eficiencia energética. A continuación te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a tomar la decisión de tu próximo ordenador, teniendo en cuenta su consumo energético.
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Al momento de escoger entre ambos solemos fijarnos en una serie de parámetros, tanto técnicos como de usabilidad. Ejemplo de ello es la velocidad del procesador, la capacidad de memoria, la ergonomía, la durabilidad, la relación prestaciones/precio o incluso el soporte que tendremos en caso de avería.
Sin embargo, ¿te has planteado pensar en el criterio de la eficiencia energética? Si bien es cierto que su consumo es menor que el de los electrodomésticos de línea blanca (lavadora, refrigerador o lavavajillas), ¿por qué no sumamos este parámetro a todos los anteriores?
Entre las ventajas de un ordenador de sobremesa destaca el hecho de que su ventilación es mucho mejor que la de un portátil, por una mera cuestión de capacidad espacial, lo que sin duda redunda en la vida útil de la placa base, que disipa mucho calor. En ocasiones no se presta demasiada atención al ventilador del ordenador en un equipo cuando, en realidad, es clave: a mejor ventilación, menos consumo del ordenador para ejecutar determinadas tareas que requieren una gran capacidad de procesamiento.
En este sentido, y a pesar de que los portátiles han mejorado sus sistemas de refrigeración, siguen sobrecalentándose mucho, teniendo efectos negativos en la duración de la batería. ¿La consecuencia? Una menor autonomía y, por tanto, más recargas y más consumo de energía.
Sin embargo, la tecnología en los portátiles ha evolucionado hasta el punto de que de media consumen 85% menos que los de sobremesa, lo que supone un significativo ahorro para tu bolsillo y menos emisiones de CO2 a la atmósfera. Según algunos estudios, el más eficiente de los ordenadores de sobremesa aún seguiría consumiendo 10 veces más electricidad que el mejor portátil.
En cualquier caso, e independientemente de tu elección, recuerda siempre adquirir equipos de sobremesa o portátil dotados de características de ahorro de energía mediante logotipos fácilmente reconocibles, como “Energy Star”, que garantizan que los ordenadores entrarán en estado de reposo cuando no se utilicen, pasando a consumir menos de 30W.
Asimismo, recuerda apagar los equipos por la noche, cuando nadie los utiliza, no solo en tu casa, sino también en tu oficina. Solo así podrás alargar la vida útil del equipo y, además, colaborar en el ahorro energético.
Ahora que sabes cómo ahorrar energía con tu ordenador, ¿qué espera para empezar a aplicar nuestros consejos? En caso de que estés buscando opciones entre un ordenador de sobremesa o portátil, esperamos que la información compartida el día de hoy te sea de utilidad 😉
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