En anteriores artículos te hablábamos de qué es la biomasa y cuáles son sus ventajas. En este post queremos profundizar y contarte cuáles son los principales usos de la biomasa tanto a nivel industrial como a nivel doméstico. ¡Continúa leyendo y entérate de todas las claves!
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La biomasa en los últimos años ha llegado a colocarse en lo más alto de las energías renovables pues es una de las que tiene mayor potencial de crecimiento en el futuro. A nivel mundial, la biomasa aporta en torno al 10% del total de producción de energía. Sin embargo, según las cifras del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), en el presente siglo la biomasa tomará un papel protagonista en el abastecimiento energético y llegará a alcanzar cuotas de entre un 25% y un 46% en la producción mundial de energía.
En España, sin embargo, el desarrollo de la biomasa está rezagado con respecto a otros países. Esto se debe sobre todo a trámites administrativos, diferentes legislaciones vigentes en cada comunidad autónomas y subvenciones a los hidrocarburos. En contraste, el país posee abundantes recursos primarios y una capacidad enorme para el aprovechamiento de residuos forestales y agrícolas, otorgándole a la biomasa un potencial enorme dentro de nuestro sistema energético.
La energía de la biomasa se obteniene en su mayoría por combustión de materia orgánica sólida (por ejemplo, huesos de aceitunas). También a través de la combustión de biogás. Mediante los biocarburantes se obtiene energía aprovechable para hacer funcionar los motores de combustión térmica transformándola en energía mecánica.
Pero, tal vez, el óptimo aprovechamiento de la biomasa se encuentra en la generación de electricidad y energía térmica simultáneamente. En estos tipos de procesos llamados “de cogeneración y trigeneración” se obtienen producciones eléctricas entre el 15 y el 20% y aprovechamientos térmicos que alcanzan una eficiencia del 80%.
A nivel industrial la generación de electricidad requiere de una alta inversión y, por lo general, sus rendimientos son mayores en cuanto mayor sea la potencia generada. El funcionamiento de una planta generadora de electricidad por biomasa es bastante simple: se usan virutas de madera, huesos de aceitunas o restos de poda que se queman en una caldera.
Allí, la combustión calienta el agua que circula por las tuberías de las paredes de la caldera y en el interior de la misma se convierte en vapor sobrecalentado. Este vapor mueve una turbina conectada a un generador que produce electricidad a una tensión determinada. Y esta electricidad se transforma posteriormente a otra tensión mayor para su incorporación a la red general.
A nivel domestico, las estufas y calderas actuales han mejorado mucho su efectividad:
Como combustible se sustituye al gas o al gasoil por pellets, pequeños cilindros compuestos por restos de madera, fáciles de almacenar y transportar. En general, la inversión que se necesita para instalar un sistema que funciona con biomasa es más alto que la necesaria para instalar un sistema alimentado por petróleo o gas, aunque luego el combustible es más barato, por lo que a la larga la inversión resulta económicamente más atractiva.
Físicamente, una caldera para biomasa puede ser instalada en la mayor parte de las construcciones en las que su sistema de calefacción tiene al agua como base y haya espacio suficiente para almacenar pellets. Es más sencillo cuando sustituimos carbón o petróleo y más complicado cuando cambiamos gas por biomasa.
Las políticas públicas encaminadas al fomento de esta energía alternativa pueden dar un paso importante en la difusión y normalización de su uso. Esto se hace a través de la incorporación de calderas de biomasa en edificios públicos y la instalación de redes de calefacción centralizada (district heating), muy extendidas en el centro y norte de Europa, con una ubicación que permita un fácil suministro del combustible.
Según el “Plan de energías renovables de España 2011-2020” la biomasa sólida para electricidad presentará un incremento del 153% con respecto al año 2010. Esto significa que se alcanzaría así en el año 2020 los 1.350 MW de potencia instalada y se dará cumplimiento a las directrices impuestas en esta materia por la UE. Algunas organizaciones ecologistas consideran que lo sostenible a escala pequeña y local puede ser insostenible a escala grande y global. De modo que energía producida a través de biomasa sí, pero de una manera racional y sostenible.
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donde estan los usos????