Lo que antes sirvió como una planta empacadora de carne, hoy se ha convertido en una incubadora de comida sostenible de 8.600 metros cuadrados. La iniciativa surgió de un grupo de estudiantes del Instituto de Tecnología de Illinois que, preocupados por el medio ambiente y la falta de empleo, apostaron por dar una segunda vida a este viejo edificio abandonado.
Con la ayuda de voluntarios de la zona, en el interior del edificio crecen lechugas, rúgula y otros vegetales, se cultivan plantas en agua y sin tierra (hidroponía) e incluso hay un criadero de peces tilapi, una especie que crece rápidamente y puede consumirse en diez meses. ‘The Plant’ también produce cerveza artesanal y kombucha, el hongo del té chino. Y lo más importante: toda la producción se lleva a cabo sin utilizar combustibles fósiles.
El futuro de este edificio sostenible es muy prometedor. ‘The Plant’ quiere seguir creciendo y el siguiente paso es adaptar la granja para incluir un colmenar y un criadero de aves. Otro reto es conseguir generar su propia electricidad y calefacción utilizando 10.000 toneladas de desechos al año procedentes de los vertederos de la ciudad para la producción de energía limpia con biogás. Un proyecto que ya está en marcha.
Otro aspecto importante es que toda la producción que se obtiene en ‘The Plant’ se vende a los mercados de agricultores y restaurantes de la ciudad, lo que promueve la idea de los alimentos de kilómetro cero que reducen la contaminación, por ejemplo, en el transporte. ‘The Plant’ también supone un impulso al empleo local con la creación de 125 puestos de trabajo, además de ser un punto de encuentro de la comunidad donde los vecinos pueden aprender cómo cosechar alimentos en la ciudad de forma sostenible.