Los “bonos verdes” son herramientas de inversión -títulos de crédito-, como cualquier instrumento de deuda, que permiten la colaboración de inversionistas públicos y privados donde los recursos se utilizan para invertir en proyectos sostenibles y elegibles como “verdes”. Los bonos verdes surgen en 2007 como una fórmula de rentabilidad financiera junto con su impacto ambiental positivo.
Anteriormente, la Bolsa Mexicana de Valores ya había creado un segmento verde para atender temas de inversiones vinculadas al medio ambiente. Esto permite la movilización de recursos necesarios para atender cuestiones ambientales como el cambio climático, la implementación de energía renovable, transporte ecológico y estructuras sustentables. Este segmento ya cuenta con dos bonos: el primero emitido por Nacional Financiera, y el segundo por el gobierno de la Ciudad de México. Otros ejemplos de bonos verdes emitidos se han dado en China, en Sudáfrica y en Armenia con resultados favorables.
Entre los objetivos del bono verde para la Ciudad de México se encuentran el garantizar el acceso de agua potable, así como atender la adaptación al cambio climático. El nuevo instrumento de inversión también permitirá financiar proyectos de transporte público sostenible como por ejemplo, mejoras en el metro, en el metro bus y en el transporte eléctrico. Otros temas importantes son el manejo de residuos, el uso de energías renovables y la conservación de la biodiversidad.
Gracias a esta herramienta la Ciudad de México impulsará temas correspondientes a la agenda ambiental y a hacer más eficientes sus procesos en términos de sustentabilidad. El buen uso de estos recursos pondrá a la capital mexicana en un contexto vanguardista que le permitirá implementar innovaciones limpias y modernas. Es un ejemplo de estrategias que trabajan por un mundo más limpio y que esperemos se replique en otras ciudades de América Latina.
Fuentes: Elaboración propia / Gobierno de la Ciudad de México
Recomendación musical: Mi Ciudad, Guadalupe Trigo.
