El café es uno de los cultivos a los que más atención se presta en su impacto sobre el medio ambiente. Producido fundamentalmente en países en vías de desarrollo, en zonas tropicales y subtropicales, es consumido sobre todo en el mundo desarrollado: es un producto Norte-Sur. Por ello, suele estar bajo la atenta mirada de consumidores y defensores del medio ambiente. Y esos mismos consumidores demandan más café sostenible: se calcula que el consumo de 'café verde' ha subido en la última década a escala global un 78%. Colombia es el tercer país productor de café y el mayor productor de café suave en el mundo. Los principales países importadores del Café de Colombia (una denominación de origen protegida) son Estados Unidos, Alemania, Japón, los Países Bajos y Suecia. Sin embargo, la disponibilidad de cafés orgánicos en el país no ha crecido tanto como se esperaría dado su nivel productivo.
El efecto de la producción de café sobre la biodiversidad, la conservación de especies en su entorno y la huella de carbono que generan sus procesos son materia de preocupación desde hace mucho, y sobre ello se trabaja desde distintos frentes. Por ello, los productores han aplicado cambios en la búsqueda de sistemas de producción agrícola que sean ambientalmente sostenibles, tal como se explica desde la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
En esta línea de trabajo, uno de los protocolos más interesantes es la Norma para Agricultura Sostenible, que brinda indicadores locales para la producción sostenible de Café en Colombia. Este documento se compone de un decálogo con unas normas principales, y cada una de ellas cuenta con sugerencias de aplicación para el país. La norma ha sido elaborada por la Red de Agricultura Sostenible (RAS) y la Fundación Natura. La RAS ha certificado en los últimos 20 años a más de 700.000 fincas de 35 cultivos en 40 países como café, cacao, té, piña, flores y follajes, aguacate, aloe vera, cereza, hule, kiwi, macadamia, mango, manzana, palmito, pera, uva y vainilla, entre otros.
Aunque, para que fuera un proceso sustentable de principio a fin, también sería necesario considerar lo que viene después del cultivo: el transporte, el procesamiento industrial y la distribución, con su consecuente huella de carbono, algo que aún no se ha medido ni estimado de manera oficial.
El decálogo
La Norma de Agricultura Sostenible establece algunas buenas prácticas de manejo social y ambiental. Estos criterios son evaluados y su cumplimiento da lugar a una certificación a cada finca productora de café que las aplique, considerando la realidad colombiana para su elaboración:
1.- Sistema de Gestión Social y Ambiental
2.- Conservación de Ecosistemas
3.- Protección de la Vida Silvestre
4.- Conservación de Recursos Hídricos
5.- Trato Justo y Buenas Condiciones para los Trabajadores
6.- Salud y Seguridad Ocupacional
7.- Relaciones con la comunidad
8.- Manejo Integrado de Cultivo
9.- Manejo y Conservación del Suelo
10.- Manejo Integrado de Desechos
Fuentes: Café de Colombia | Fundación Natura Colombia | Wikipedia | Flickr