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La Ecocapsule ha sido desarrollada por un innovador estudio de arquitectura de Bratislava, Eslovaquia, Nice&Wise architects. La idea de partida era la de crear una casa portátil que permitiese vivir en cualquier lugar. Uno puede coger la cápsula y plantarla en cualquier ubicación, incluso en zonas poco pobladas o despobladas, sin perder por ello servicios o calidad de vida. Como apuntan en la propia web de la Ecocapsule, uno puede tener la experiencia de estar en la habitación de un buen hotel, pero donde realmente quiera, incluso si lo que quiere es irse completamente off-the-grid, fuera de la red.
El exterior tiene forma de cápsula, de ahí su nombre, e incluso se podría decir que de huevo, pero lo interesante es lo que ocurre cuando se abre la puerta. En el interior de la ecocápsula, todo encaja a la perfección, como ocurre en esas casas del movimiento tiny houses. Las superficies tienen dobles usos, los rincones se convierten en armarios y zonas de almacenaje y no queda nada sin ser útil y dar servicio. Sus dimensiones no hacen que la Ecocapsule se pueda convertir en el hogar de una familia extensa, pero sí permite a dos personas estar en su interior de forma confortable. Este ecohogar portátil tiene baño, cocina y una sala de estar/comedor que funciona también como dormitorio.
Tiene una superficie de 8,2 metros cuadrados, de los que 6,3 son zona útil. Está construida con piezas de fibra de vidrio sobre un esqueleto de aluminio, lo que mejora el aislamiento y reduce el gasto de energía. Por supuesto, la cápsula cuenta con ventanas que permiten la entrada de luz y la ventilación. La calefacción es por suelo radiante y tiene un calentador de agua en la cocina que permite contar con agua caliente para el baño y la cocina. A eso se suma que la casa es un ‘mini-hogar’ inteligente, con un sistema smart con sensores. Todo puede ser controlado por tanto desde una aplicación móvil.
La Ecocapsule cuenta con paneles solares, que emplea para generar electricidad con la mayor eficiencia; con una turbina de viento de bajo ruido, que funciona día y noche y que puede producir electricidad por lo tanto las 24 horas del día; y con un colector de agua de lluvia, que no solo recoge, sino que también filtra el agua para dar servicio a los habitantes de la casa. Si no llueve, no es un problema: el usuario puede añadir agua al depósito (“de gran capacidad”, explican en su web) desde cualquier fuente de agua. El agua, además, solo se emplea en la cocina y en la ducha, ya que el sistema del WC no es el de una cisterna tradicional. El wáter funciona con un sistema de compostado y los diseñadores están trabajando en uno de incinerado para la segunda generación de la casa-cápsula. Todas estas funcionalidades son las que hacen que la casa sea completamente autosuficiente: no necesita engancharse a ninguna red eléctrica o de agua para poder vivir en ella.
El coste de cada una de estas cápsulas es de 79.900 euros, aunque los creadores han prometido que a medida que la producción vaya aumentando irán bajando los precios. Por el momento, hacer más barata a la casa es bastante complicado, ya que solo se han producido 50 unidades en una primera edición. Igualmente, y por ahora, solo se puede comprar desde los países que forman la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
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