El cambio es realidad: sólo en América del Sur, la temperatura se ha disparado prácticamente 1ºC desde mediados de la década de los años 70 y, sin embargo, no sólo continúan surgiendo negacionistas sino que, además, los que sí son conocedores de la realidad no toman las medidas oportunas. Algo incomprensible porque, incluso desde una óptica más materialista, el calentamiento global tiene unos costos económicos en la región que a este ritmo podría suponer hasta el 5% del producto bruto actual.
Por este motivo es tan importante la educación ambiental, a todos los niveles. Uno de los proyectos más interesantes en este sentido es el Programa Escuelas Verdes del Ministerio de Educación de Buenos Aires. Se trata de una propuesta educativa que desarrolla experiencias como talleres de reciclaje, huertas ecológicas, instalaciones fotovoltaicas y eólicas, etc. con el fin de mostrar a las nuevas generaciones el potencial de la sustentabilidad.
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Propuestas innovadoras
Afortunadamente, el número de iniciativas de educación ambiental se están incrementando en los últimos tiempos. Nuevas fórmulas con las transmitir el mensaje de la sustentabilidad de una manera más atractiva. Un ejemplo de ello es el Concurso Provincial de Cortos, que ya va por su quinta edición.
Este concurso, que ha sido incluso declarado de Interés Provincial por la Cámara de Senadores de Mendoza, fomenta una cultura de prevención y concientización ante el cambio climático. Gracias a esta iniciativa, los estudiantes de las escuelas secundarias profundizan en la problemática del cambio climático.
Otros proyectos educativos interesantes son los que se apoyan en los kits escolares multimedia que reparte gratuitamente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con los que se enseñan de un modo interactivo y divertido conceptos básicos de sustentabilidad.
Qué debe incluir un programa de educación ambiental
Las materias a incluir en esta labor de concientización ambiental son de lo más diversas, pero entre ellas podríamos destacar:
- Crecimiento sustentable: es importante favorecer el desarrollo de las economías locales y, además, sin caer en la degradación ambiental.
- Consumo responsable: Debemos evitar despilfarrar, no sólo en productos que realmente no necesitamos y en cuya producción han intervenido combustibles fósiles, sino también en el consumo energético que hacemos en todas las facetas de nuestra vida (en el laburo, en el departamento…).
- Favorecer la innovación: Ha de encaminarse a hacer más sustentables tanto los productos como los mismos procesos necesarios para ello.
- Ciudades inteligentes: Tendemos a pensar que una smart city es una urbe llena de sensores, pero una ciudad inteligente no será tal si antes no lo son sus habitantes. Hacer una separación selectiva de los residuos para su posterior reciclaje es un paso inicial.
Recomendación musical: Michael Jackson – Earth Song
