1. Combate el acné. El aceite de árbol de té es una buena solución para tratar granitos, ezcemas, urticarias, sarpullidos y otro tipo de problemas leves en la piel. Tiene una acción reguladora de sebo y ayuda a mantener una buena hidratación en el cutis, sobre todo en pieles muy secas. También calma las reacciones alérgicas que se puedan producir en la piel.
2. Alivia los problemas respiratorios. Otro de los beneficios de este producto natural es que reduce los síntomas del resfriado: calma la tos, disminuye el dolor de garganta y ayuda a expulsar las mucosidades. Basta con masajear el aceite por el pecho y la espalda, hacer enjuages bucales o utilizarlo en el vaporizador para impregnar el ambiente con su esencia.
3. Reduce las cicatrices. El aceite de árbol de té es, además de un buen antiséptico, un cicatrizante. Se puede aplicar en heridas ya cerradas para que gradualmente la cicatriz vaya desapareciendo. Es un efecto similar al que tiene el aceite de rosa de mosqueta.
4. Repele los piojos. Si hay un producto que ayuda alejar a los piojos de las cabezas de niños y adultos ese es el aceite de árbol de té. Su fuerte olor los repele. Se puede echar directamente sobre las “zonas calientes” (cuello y detrás de las orejas) o mezclar unas gotitas del aceite en el champú. Además, sus propiedades hidratantes ayudan a mantener un cuero cabelludo sano y libre de caspa.
5. Combate el mal aliento. El aceite de árbol de té acaba con las bacterias que provocan poblemas como la halitosis. Y no sólo eso, también es ideal para curar llagas o encías inflamadas. Puedes enjuagarte con un poco de agua mezclada con el aceite o aplicar un par de gotas en el cepillo de dientes junto al dentífrico.
Fuente: Elaboración propia
Recomendación musical: Aron Chupa- I'am an Albatraoz