Las naranjas ecológicas son frutas de una gran calidad, sobre todo si la comparamos con las comerciales. Su sabor es más intenso, su aroma más fresco y hasta su brillo es diferente. El cultivo ecológico produce naranjas con mayor cantidad de vitamina C (hasta una 10% más), más pulpa, mayor contenido en antioxidantes y su piel es más aromática. Son en definitiva más saludables.
Para obtener una naranja ecológica de calidad, su cultivo implica un proceso respetuoso con el entorno natural. La tierra en la que se cultivan debe haber sido tratada de forma ecológica durante al menos dos años, sin utilizar sustancias tóxicas, nitratos, herbicidas, plaguicidas u otras sustancias químicas. Todos los abonos deben ser cien por cien naturales, compuestos únicamente de materia orgánica. La tierra debe ser labrada de manera racional, con técnicas de cultivo compatibles con la protección de los recursos naturales, respetando así todas las propiedades del suelo.
Esta forma de cultivo y la mayor calidad de la naranja ecológica hacen que su precio sea mayor que las que podemos comprar en la frutería o el hipermercado. Aproximadamente un kilo de naranjas ecológicas supera el euro, cuando en el supermercado podemos comprar a granel por unos 60 céntimos el kilo. Esta diferencia de precio supone una inversión en salud.
Según su sabor, jugosidad y tamaño, encontramos distintos tipos de naranjas ecológicas. Las tres grandes variedades son las Navel (o naranjas de ombligo), con un particular sabor amargo; las naranjas de Valencia, con subvariedades como Valencia Late, Valencia Delta Sedles y Salustiana (son las más utilizadas para zumo); y las naranjas Sanguinas o de sangre, cuya corteza es más rojiza y se destinan sobre todo para preparar jaleas y mermeladas.
Para que podamos distinguir en el mercado los productos de la agricultura ecológica de los que no lo son, las naranjas ecológicas deben llevar consigo la certificación correspondiente, además del logo comunitario de la AE. Todo ello nos garantiza que la naranja ha seguido los criterios ecológicos durante todo su proceso de producción.
La mejor manera de disfrutar de una naranja ecológica es comprando directamente al productor, sin distribuidores que aumenten su precio final. En Internet existen muchas fincas ecológicas que te sirven la fruta del árbol a la mesa y en apenas 24 horas. Webs como Naranjas ecológicas, Directo del campo, Bio Valle , Naranjas con Sabor, Naranjas Ecológicas Andreu, Naranjas La Arroba o Naranjas Ché, ofrecen naranjas ecológicas certificadas sin intermediarios. Probar una naranja ecológica es darle un mordisco a la vida más saludable.
Fuentes: Directo del campo | Ecoagricultor | Huertalis | ABC Sevilla