Nuestro deseo era incorporarnos a una de las tres visitas guiadas que sábados y domingos organizan para el público, aunque uno podría acercarse a ver sus instalaciones en cualquier momento.
En la pequeña tienda que vende los productos de la granja nos encontramos con su propietaria Tara Smith. Cercana y directa, Tara se ha convertido en el símbolo del rancho. No sólo le da nombre, sino que sabe utilizar su experiencia como mujer de negocios para dar voz a su nueva forma de vida. Tara y su marido Craig fundaron Tara Firma en 2009, después de leer el libro de Michael Pallan Omnivores Dilemma y darse cuenta de las prácticas y el estado de la industria alimenticia, de cómo eran tratados los animales y lo que finalmente comían.
290 acres de terreno, 150 aves, 10 cerdos y 5 vacas fueron la pequeña arca de Noé con la que empezaron la aventura de la ganadería sostenible en Petaluma hace ya casi 5 años.
Pero, ¿qué quiere decir sostenible en un rancho de este tipo? La sostenibilidad yace en la forma en que se explotan los recursos de la tierra para asegurar su mantenimiento y simultáneamente criar a los animales con la mejor alimentación y calidad de vida, lejos del confinamiento codo con codo de las granjas de cría extensiva, alimentados con comida que asegure su rápido engorde.
Tara Firma Farms continúa en la línea de la filosofía de aquel granjero Joel Salatin que inspirara Omnivores Dilemma. Transparencia en todas las prácticas, lo que implica que la granja está siempre abierta a todo el mundo en todo momento. Los animales pastan en libertad por el campo haciéndolos rotar para evitar la sobreexplotación del terreno en el siguiente orden: cuando la hierba está alta y fresca las vacas pastan a sus anchas y una vez el área es agotada se introduce en ella a las gallinas, que abonarán el terreno mientras se alimentan de gusanos, insectos, granos y hierbas.
Lo ideal es hacer pasar a las gallinas por todos los rincones del terreno al menos dos veces al año. A tal efecto el equipo e infraestructuras, como puede ser las tiendas donde las gallinas duermen o la caseta donde ponen los huevos, son móviles y cada dos semanas se las cambia de sitio. En años alternos se introduce a los cerdos en distintas zonas del terreno. Con sus poderosos hocicos los cerdos hozan la tierra, removiéndola y levantándola, oreando la tierra para que las plantas crezcan de nuevo.
A los animales ni se les da hormonas ni medicamentos, a no ser que estén enfermos y, a lo sumo, en épocas como este año en que la sequía está haciendo estragos, se suplementa su dieta con vegetales orgánicos. El objetivo es que los animales pasten libres de estrés.
El otro eje principal de las granjas y ranchos sostenibles es la venta local de sus productos. Es entre tú y tu granjero. Una estrecha relación basada en la visita de los clientes a los propios ranchos para obtener los productos, en la venta online a los pueblos vecinos (Tara Firma utiliza estos dos métodos principalmente) y en el suministro a los supermercados locales. La ganancia es doble. No sólo disfrutarás de productos más frescos, nutritivos y sanos, sino que además estarás cooperando a disminuir las emisiones de CO2, ya que una gran parte de las mismas se deben a la manipulación y transporte del producto hasta tu mesa.