Cuando se funden ingenio, talento y conciencia sustentable por el cuidado al ambiente nace el arte reciclado, una práctica que cada vez se extiende más con un doble impacto positivo: por un lado, contribuye al aprovechamiento, a dar una segunda vida a los desechos que de otro modo podrían terminar en un vertedero; y por otro, a que con el objeto resultante otros se maravillen y, al mismo tiempo, se concienticen de la necesidad del consumo responsable.

Las posibilidades del arte reciclado son infinitas, tantas como nuestra propia imaginación dé de sí. Y no hace falta ser un artista de primer nivel como nuestra internacional Francisca Prieto, sino que cualquier en su casa puede construir su propia obra.

Podemos comenzar por lo más sencillo en el mundo del arte reciclado, como es realizar jardineras con botellas de plástico PET, cortándolas de arriba abajo como si les abriéramos la panza para llenarlas de tierra y plantar nuestros hierbas aromáticas, o con revistas viejas recortar pequeños trozos de papel, clasificándolos por tonalidades cromáticas, y confeccionar con ellos nuestros cuadros collage.

Lo que en un principio puede asustar, resulta mucho más sencillo en realidad. Cualquier puede hacer arte reciclado. ¿Por qué no rescatar una goma que, quizás pudiera terminar quemada en un desguace? Podríamos pintarla de un color que nos guste e introducir en su interior un cojín y con eso bastaría para haber confeccionado la nueva cama para nuestra mascota.

Si queremos pasar a un nivel de manualidades más avanzado dentro del arte reciclado, podemos dar el salto a la construcción de esculturas fabricadas con instrumentos de un mismo ámbito. Por ejemplo, construir un cóndor sirviéndonos únicamente de instrumentos de cocina, como cuchillos, tenedores, cucharas, espátulas o cucharones; o fabricar figuras de pequeños insectos como moscas o mariposas con componentes electrónicos, como diodos, cables o auriculares.

Y si en nuestro ascenso al arte reciclado lo que queremos es pasar directamente de las manualidades al bricolaje sustentable, también lo tenemos fácil. Para construir una bonita mesa de centro tan sólo necesitaremos un par de palés, un poco de barniz y un cristal que nos sirva de superficie. Además, siempre podemos dar un último giro de tuerca, innovando con cuatro ruedas en su base para poder mover fácilmente. Así tendremos una bonita mesa tanto para interior como para exterior.

Ya viste lo sencillo que resulta hacer arte reciclado pero si a pesar de ello no te atrevés, siempre puedes acudir a alguno de los talleres que se están haciendo  cada vez más populares. En ellos te enseñarán a dejar de gastar de más por cosas que podemos realizar con nuestras propias manos, desde frascos, latas, Cd’s, papel de diario o botellas de vidrio. Ya no hay excusa para negarse.

Fuentes: Taringa | Facebook | cba24n 

 
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