A pesar de esta gran ventaja, las cifras de reciclaje aún están lejos de lo deseable: en Estados Unidos apenas se recicla el 20% del plástico y en Europa, algo mejor, se alcanza el 40%… el resto, lamentablemente, termina contaminando de un modo u otro el medio ambiente. Se estima que un millón de animales por año mueren en los ríos, lagunas y océanos por el plástico desechado.
El mejor ejemplo del gran potencial reciclador son las botellas, fabricadas con plástico PET que, luego de ser limpiado, puede utilizarse en infinidad de nuevas aplicaciones, desde hacer más botellas hasta, incluso, bolsas de plástico. Todo son ventajas en este proceso, porque reciclar una botella de plástico ahorra la cantidad de energía necesaria para hacer funcionar una bombilla de 60watts por 3 horas, ¡y se necesita apenas la mitad de energía que se precisa para incinerarla!
Hay cuatro posibles tipos de reciclaje: el primario, en el que se produce la conversión del desecho plástico en artículos con propiedades físicas y químicas idénticas a las del material original; el segundario, que da lugar a artículos con propiedades que son inferiores a las del polímero original; el terciario, que degrada el polímero a compuestos químicos básicos y combustibles; y el cuaternario, en el que el plástico se utiliza como combustible para otros procesos.
Aviso a los navegantes: cuando acopien botellas, recuerden separar la tapita de la botella, porque no se pueden reciclar juntos; está hecha de un material diferente (polipropileno) al resto y requiere temperaturas más elevadas para derretirse. Pero ¡ojo! También se pueden reciclar y convertirse en baldes, cajas de herramientas, broches, cajitas para DVD, espejos retrovisores y tazas para autos, entre otros.
¡No lo desaprovechen! Límpienlas con agua y acopien una buena cantidad en casa para después llevarlas al punto de recolección más cercano. ¿No saben dónde? Averígüenlo en Dondereciclo.org.ar.
Y si no hay cerca un punto de reciclaje o no tenemos manera de llegar hasta él, siempre queda la posibilidad de que se organice en nuestras proximidades una actividad como el Eco Canje, una original propuesta por la que se realiza un trueque de 10 botellas de plástico o 3 kilogramos de papel y cartón, por un kilogramo de abono natural para jardinería, elaborado por la planta de reciclaje. Sólo en una edición del pasado mes de marzo, se llegaron a acopiar unas 8.902 botellas de plástico y 982 kilogramos de papel y cartón, canjeándose por 1.220 kilogramos de lombricompuesto.
Fuentes: Twenergy / eldia.com / sustentator.com / dondereciclo.org / La Nueva / estrucplan.com / Flickr