Según Naciones Unidas, 70 millones de toneladas de ropa se consumen cada año en todo el mundo. Otro dato: para confeccionar unos jeans se gasta 3.000 litros de agua, debido a que el cultivo de algodón requiere muchísima agua. Con estos datos, reciclar la ropa no debería ser una moda sino una necesidad.
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Marcas que se suman al reciclaje
La tarea que realiza Ecoalf es ejemplar: son capaces de fabricar una chaqueta con más del 70% de materiales reutilizados. Para ello, utilizan desde botellas desechables, redes de pesca, neumáticos viejos o incluso restos de café. El resultado son prendas de diseño de buena calidad y sobre todo sostenibles.
Marcas como H&M, Calzedonia o Intimissimi se han sumado a la moda de lo ecológico y han lanzado campañas para que los ciudadanos reciclen ropa usada a cambio de vales de descuento para sus compras. Y es que los tejidos viejos pueden tener una nueva vida y reutilizarse como materiales de aislamiento en la construcción, relleno de bolsos y juguetes e incluso como revestimientos para coches.
Recicla tu propia ropa
Antes de vaciar tu armario y tirar a la basura la ropa que ya no te gusta, piensa en cómo puedes reciclarla con tus propias manos. En la red hay muchos vídeos y consejos de cómo transformar con imaginación y creatividad una prenda vieja en otra totalmente diferente que esté a la última moda.
Puedes cortar unos pantalones y convertirlos en shorts, añadir unos bonitos encajes a esa camisa que te aburre o teñir tu viejo vestido por el color que se lleva este verano. Puedes también usar las telas como nuevos forros (para una lámpara o un libro), como envoltorio sostenible para un regalo o para crear tus propios accesorios. Otra muy buena opción es regalar tu ropa a alguien que la necesite. Lo importante es reciclar y dar un nuevo uso a algo que ya no quieres en tu armario.