Tinta, espuma, plástico, acero y otros metales son sólo algunos de los componentes de un simple cartucho de impresora láser. Y algunos, como la tinta, son muy tóxicos y contaminantes. El color cian, por ejemplo, contiene cianuro; y para fabricar un solo cartucho de tóner se necesitan al menos cuatro litros de petróleo.
La mejor opción para su correcto tratamiento es llevar los cartuchos de tóner vacíos a un punto limpio; o a una tienda donde vendan cartuchos reciclados o clónicos (no originales) y recojan los viejos. Con todo, los fabricantes tienen la obligación de hacerse cargo de su correcta gestión, tal como establece el Real Decreto 208/2005 sobre residuos de aparatos electrónicos y eléctricos, y facilitar a los hogares y empresas su devolución. Un ejemplo es la política ambiental que lleva a cabo la marca Hewlett Packard (HP): en algunos países europeos distribuyen junto a sus impresoras un sobre especial para que el usuario pueda devolver de forma gratuita el cartucho vacío al fabricante.
Para las empresas con un mayor volumen de consumo de cartuchos, Hewlett Packard, que distribuye al día una media de 110.000 impresoras en el mundo, propone la opción que las oficinas puedan solicitar cajas para acumular entre 30 y 200 unidades y devolver estos productos por mensajero al fabricante de forma gratuita. En este caso, el trabajador puede plantearle esta opción a su jefe para que los propios empleados puedan aprovechar y llevar los cartuchos vacíos de casa. Una vez en manos del fabricante, los cartuchos se llevan a una planta de reciclaje donde sus componentes se clasifican, trituran y preparan para la producción de nuevos materiales.
En Estados Unidos aún van más allá y premian con dinero al consumidor por cada cartucho de tinta que recicle. Es el caso de Staples, que incentiva a sus clientes pagándoles tres dólares por cartucho, con un máximo de diez unidades por mes. En este caso, además de beneficiar al medio ambiente, reciclar beneficia a nuestro bolsillo.
Fuentes: Elaboración propia / Hewlett Packard / Staples / flickr