Afortunadamente en el mercado encontramos una gran variedad de alternativas ecológicas a las contaminantes bolsas de plástico, las cuales tardan al menos 150 años en degradarse. Por ejemplo, encontramos bolsas hechas de fécula de patata, de caña de azúcar, de tela, de papel o de otros materiales biodegradables. Todas ellas son mucho más respetuosas con el medio ambiente que las bolsas fabricadas con derivados del petróleo.

Otras bolsas ecológicas interesantes son las que se fabrican con materiales reciclados, como las que promueve el proyecto EcoBolsas, que además de cuidar el Planeta, ayuda a mejorar la situación socioeconómica de las personas. El proyecto nació en 2009 en Buenos Aires con el objetivo de generar conciencia ecológica y crear puestos de trabajo para gente que vive en la calle. Personas en situaciones desfavorecidas pueden así trabajar en la confección de bolsas sostenibles a partir de materiales reciclados, como retazos de tela, muestras de cortinas, viejas radiografías, cartones o revistas usadas. Un trabajo con costes muy reducidos que supone una salida laboral para muchas personas.

La iniciativa EcoBolsas enseña además a los trabajadores nuevas capacidades en tareas como costura, diseño y pintura, además de transmitirles unos hábitos más ecológicos. Las bolsas ya confeccionadas se venden directamente al público o a distintas instituciones como fundaciones, ONG´s o colegios. Y todos los beneficios se reparten por consenso entre los trabajadores (ver vídeo). Aquí todo el mundo gana, las personas y el medio ambiente.

Fuentes: ECObolsasorg

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