Marco regulatorio
Con el objetivo de crear un mercado europeo de electricidad, en 1996, se definieron las reglas comunes para la generación, transmisión y distribución de electricidad con la Directiva 96/92/CE.
Tras una serie de modificaciones para mejorar el funcionamiento del mercado, posteriormente se creó la directiva 2009/72/CE, conocida como la Directiva de Electricidad, con la que se inauguraba y se integraba el mercado energético europeo.
Esta directiva resuelve problemas de equilibrio del balance de electricidad, dando prioridad a las fuentes de energía renovables.
Tras esta Directiva se establecieron dos figuras con poder para adoptar decisiones vinculantes y resolver los problemas que las autoridades reguladoras nacionales son incapaces de resolver:
- La Agencia para la Cooperación de los Reguladores Energéticos (ACER).
- La Red Europea de los Operadores de los Sistemas de Transmisión de Electricidad.
En 2011, el Consejo Europeo acordó culminar el mercado interior de la energía antes de 2014 y establecer las interconexiones transeuropeas necesarias para poner fin a situaciones de aislamiento de un Estado miembro antes de 2015.
Además, en marzo de 2013, el Parlamento Europeo prestó especial atención a la importancia de las instalaciones de almacenamiento de energía y a la necesidad de asegurar la estabilidad de las redes europeas de electricidad con la integración de los recursos energéticos renovables.
Tras la aprobación de las Directivas, los estados miembros establecen planes de acción para su aplicación a nivel nacional. La Comisión Europea ha iniciado procedimientos de infracciones contra los estados que no están tomando medidas a la hora de transponer las directivas a su debido tiempo o no están invirtiendo en la mejora de las infraestructuras nacionales.
Proyecto stoRE
La Comisión Europea, dentro del proyecto stoRE, se marca el objetivo de crear un escenario que permita el desarrollo de una infraestructura de almacenamiento de energía necesaria para permitir la penetración de la alta variabilidad de las energías de fuentes renovables.
El proyecto stoRE estudia el mercado regulatorio de la electricidad a nivel europeo utilizando como objetivo a seis países con alto potencial de mejora: Alemania, Austria, Dinamarca, España, Grecia e Irlanda.
Este proyecto pretende conseguir la progresiva transición hacia un modelo energético sostenible tratando, asimismo, de solucionar los problemas de operatividad que tienen los sistemas de almacenamiento de electricidad a nivel europeo.
Principalmente se encuentra dirigido a sistemas de almacenamiento de gran capacidad, como el bombeo hidráulico (Pumped Hydro Energy Storage– PHES) y el almacenamiento por aire comprimido (Compressed Air Energy Storage– CAES), pero es replicable a sistemas a menor escala.
Marco estratégico
Tras el VII Programa Marco de la Unión Europea de Investigación y Desarrollo 2007-2013, se inició el que pasó a llamarse “Horizonte 2020-El Programa Marco de Investigación e Innovación 2014-2020”, cuyo principal objetivo es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% para 2020 y hasta un 80-95% para 2050.
“Energía segura, limpia y eficiente” es el primer programa de trabajo dentro del Horizonte 2020, que divide los esfuerzos en tres aspectos fundamentales:
- Eficiencia energética.
- Tecnologías bajas en carbono, entre las que se encontraría el almacenamiento de energía.
- Comunidades y ciudades inteligentes.
Para conseguir la transición a un modelo energético bajo en carbono en Europa, se requiere proporcionar flexibilidad al sistema energético europeo a través de la mejora de las tecnologías de almacenamiento de energía.
Las acciones de innovación referentes al almacenamiento a nivel local como, por ejemplo, en áreas residenciales o polígonos industriales, buscan crear sinergias entre tecnologías y mejorar las conexiones de una forma segura y estable, incluso en áreas remotas sin suficiente conexión a la red eléctrica.
Para el almacenamiento a gran escala, la inversión se dedicará a asegurar altas tasas de penetración de fuentes de energía renovable para cubrir altas demandas de electricidad durante mayores periodos de tiempo. Además, las acciones innovadoras que se lleven a cabo deben asegurar la integración y la gestión de las redes y las sinergias entre la red eléctrica y otras redes energéticas.
También se da importancia a desarrollar y mejorar las tecnologías de almacenamiento energético que consigan mejores resultados con menores costes.
Para cada tecnología se estudia la rentabilidad coste-beneficio y se analizan, mediante escenarios y simulaciones, la expansión de la red eléctrica, la incorporación de otros sistemas de almacenamiento y la gestión de la economía energética.
En concreto, para los próximos dos años, el proyecto “Grid+Storage” identificará acciones enfocadas a la integración del almacenamiento energético en las redes de distribución con el objetivo de hacerlas más flexibles.
Todos estos avances del almacenamiento de la electricidad van permitiendo la transición hacia un modelo energético más sostenible.
¿Será esta transición en Europa rápida?
Fuentes: Elaboración propia – IEA – © Zhu Difeng – Dollar Photo Club