Potencial de la Energía Eólica

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) destaca que con la energía eólica es posible cubrir el 40% de la demanda eléctrica mundial. Dinamarca ha sido pionera en este campo, cubriendo en 2014 el 39% de su demanda eléctrica con el objetivo de llegar, en 2035, al 84%.

Además, la tecnología offshore, todavía en desarrollo, tiene un gran potencial para crecer en el Atlántico y en el Báltico.

Almacenamiento de Energía eólica con baterías

El inconveniente que siempre han tenido las energías renovables, y en particular a la energía eólica, es su alta variabilidad y la dificultad para su almacenamiento. Esta afirmación es cada vez menos cierta, debido al rápido desarrollo en los últimos años del almacenamiento de energía eólica, principalmente basado en baterías electroquímicas.

Las baterías almacenan la energía eléctrica en forma de energía química. El proyecto de mayores dimensiones que combina la generación eléctrica a partir de la energía eólica y el almacenamiento energético a base de baterías se encuentra en el parque eólico de Rokkasho en Japón, con una potencia instalada de 51 MW y una capacidad de almacenamiento de 34 MW, basado en baterías de sulfuro de sodio (NaS).

Estos sistemas permiten almacenar la electricidad producida por las instalaciones de generación del parque eólico y verter dicha energía cuando sea necesaria a la red de distribución. De esta manera se consigue también tener un control de la generación eólica, eliminando, o al menos reduciendo, la mayor barrera de las energías renovables que es la integración en el sistema eléctrico.

Otro ejemplo de tecnología con gran potencial de aplicación en la integración de la energía eólica en el sistema eléctrico es la HydraRedox, basada en un concepto radicalmente nuevo de la tecnología Redox de Vanadio.

El vehículo eléctrico propulsado por energía eólica

La energía eólica y las baterías de los coches son la combinación perfecta para el sistema eléctrico por la coincidencia, durante la madrugada, de la mayor producción eólica, con las horas en las que los vehículos eléctricos están cargando sus baterías aparcados en sus domicilios.

Además, las baterías utilizadas en los coches pueden ser recuperadas para un segundo uso, como es el de almacenar la energía en los puntos de recarga, tal y como se está poniendo a prueba con el proyecto Green E-motion, coordinado por Endesa, para el desarrollo de la movilidad eléctrica.

Para suministrar la energía que el vehículo eléctrico necesita para circular, y además poder aprovechar posteriormente la energía almacenada en el vehículo eléctrico para el hogar o, incluso para la venta a la red eléctrica (dependiendo de la legislación de cada país), ya está disponible un sistema denominado V2G (Vehicle to grid). Este sistema, también desarrollado por Endesa, permite la doble direccionalidad de la electricidad.

Hay que considerar que los vehículos están, en promedio, un 90% del tiempo aparcados. Cuando el uso de estos sistemas esté extendido, los vehículos se convertirán en una parte fundamental del sistema eléctrico, añadiendo capacidad de almacenamiento de energía al sistema.

El aprovechamiento de la energía eólica combinado con el almacenamiento energético en baterías hace que pueda darse uso a una energía que antes tenía el limitante de la reducida demanda durante la noche.

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