Calentar el agua, cocinar, tener los alimentos refrigerados… Son necesidades cotidianas que se llevan gran parte del consumo doméstico de energía. ¿Existe algo que podamos hacer, sobre todo en la cocina (el corazón de todo hogar), para utilizar nuestros recursos de manera eficiente? ¡Sí! Y muchas más cosas de las que crees. Aquí, unas cuantas ideas:

La primera, válida para todos los electrodomésticos: si tenemos que cambiar los antiguos y debemos comprar, optemos por los eficientes, los de etiqueta A, A+, A++ y A+++.

HORNO

  • El horno es uno de los electrodomésticos de mayor consumo. Antes de recurrir a él, pregúntese si puede sustituir su forma de preparación por otra que no requiera horno.
  • Si el horno es su mejor (o necesaria opción), aprovéchelo bien: puede guisar varias cosas a la vez, o una inmediatamente después de otra, para no malgastar el calor residual.    
  • Tenga en cuenta el tipo de cocción que requieren los alimentos que va a cocinar. La parte inferior del horno se calienta más, por lo que podemos poner ahí los platos que más cocción necesitan. Arriba, los que menos.
  • Podemos incluso utilizar las tres bandejas a la vez. Si uno de los platos se cocina antes, lo sacamos, e introducimos algo que deseemos calentar.
  • Una vez apagado, el calor residual también nos sirve para cocinar: un postre (un flan, por ejemplo), o para dejar que un plato al que le faltaba un poco se termine de hacer.
  • Sobre todo si es invierno, cuando acabe su receta, puede dejar abierta la puerta del horno para que caliente la cocina con dicho calor. Una vez apagado, aún saldrá calor un buen rato.
  • Eso sí, esta idea de abrir la puerta llevémosla a cabo cuando hayamos acabado de cocinar, no antes: cada vez que lo hacemos, se va un 20% del calor acumulado.     
  • En verano, el horno recalienta la casa, por lo que luego podemos recurrir a energía para enfriarla. A ser posible, evite el horno en verano.
  • No precaliente si el horneado va a ser largo (una hora o más). En este caso, no es necesario.
  • Si tiene espacio y vive en un territorio que disfruta de muchos días soleados, como ocurre en buena parte de Colombia, puedes optar por un horno solar, una herramienta para cocinar gratuitamente y sin contaminar.

MICROONDAS

  • El microondas consume hasta un 70% menos que un horno tradicional. Si tu receta es válida para microondas, opta por éste.

LAVAVAJILLAS

  • Aplica la norma del “siempre lleno”: no gastes ni agua ni energía de más.
  • Prefiere los programas cortos o de ahorro por sistema.
  • Si los platos no están muy sucios, elige agua fría.
  • Una buena técnica consiste en abrir el lavaplatos en la fase de secado: deja que tu vajilla se seque sola y ahorra ese rato de energía.    

NEVERA

  • Recuerda que la nevera es, de todos nuestros electrodomésticos, el que más consume, por lo que debemos estar atentos a no derrochar el frío que genera.
  • Sus puertas deben quedar bien cerradas y abrirse el tiempo imprescindible.
  • Es conveniente que se no se halle cerca de fuentes de calor, y que exista un espacio de circulación de aire en la parte trasera (sin éste, su consumo podría aumentar hasta un 15%).
  • La temperatura óptima es de unos 5 o 6ºC en la nevera y -18ºC para el congelador, que pueden variar un poco según sea invierno o verano. Tenerla bien regulada contribuirá a no derrochar     energía.     
  • Es mejor descongelar los alimentos dentro: evitarás gérmenes y aprovecharás el frío que liberan.
  • Los alimentos calientes deben esperar a enfriarse para ser introducidos en la nevera. Así no la haremos trabajar de más.

COCINA

  • Entre los diferentes tipos de cocina, la vitrocerámica es la que más consume, por eso es aconsejable optar más por una estufa de inducción, que cuentan con certificaciones de ahorro de energía.
  • Sin embargo, puede aprovechar su calor residual al apagar el fuego y dejar que los alimentos se sigan cocinando.
  • Las cocinas de gas, las de siempre, son las que menos emisiones de CO2 realizan (lo cual no significa que no puedan liberar otros gases).
  • En el caso de que tenga gas, recuerde la norma del tamaño de fuego, proporcional al de la olla, así no desperdicia energía.

Por último, recuerde desenchufar los electrodomésticos que no estés empleando: el stand by representa casi el 11% del consumo eléctrico.

Fuentes: Practicopedia | Andinia

 

Rate this post

Write A Comment

Guardar en Pinterest