A la hora de realizar los cálculos para saber qué potencia ha de tener nuestro radiador, la norma dicta que se precisan unos 80 W por cada metro cuadrado más un 30%, de manera que para calentar un espacio de 5m cuadrados se necesita un radiador de unos 550W.

Existe una tipo específico de radiadores eléctricos que se denominan ‘de bajo consumo’. Nada tienen que ver estos artefactos eléctricos con los que se comercializaban hace unos años. La tecnología en materia de termostatos, por ejemplo, ha conseguido que gracias a su alta sensibilidad se optimice al máximo el encendido y apagado.

Otra de la ventaja de estos equipos es que la temperatura superficial no es elevada, lo que impide que nosotros en un descuido, los pequeños de la casa o, incluso, las mascotas corran riesgo de quemarse.

Sin embargo, dentro de esta modalidad de estufas eléctricas de bajo consumo pueden distinguirse dos sistemas diferentes más extendidos. Por un lado, los emisores de termofluido, es decir, por los que en su interior corre un líquido de alta inercia y baja viscosidad, con la que se aumenta el coeficiente de transferencia térmica.  Este líquido, además, ni es tóxico ni corrosivo y cuando circula por el interior de la estufa lo hace en un estado casi gaseoso, con una temperatura estable de unos 80ºC.

Los emisores de estos radiadores eléctricos de bajo consumo pueden llegar a absorber un 50 por ciento menos de potencia, lo que no impacta en su alto rendimiento que, a modo de referencia, el consumo de energía para 10 o 12 horas no supera las cinco horas. La emisión calorífica por elemento en estos radiadores eléctricos de bajo consumo ronda las 150 Kcal/hora. Es preciso considerar que, aunque apagados siguen desprendiendo calor, tardan más en calentarse y, por tanto, pueden elevar el consumo.

Los emisores de tecnología seca, por su parte, es otro tipo de estufas eléctricas que frente a las anteriores ofrecen una emisión del calor continua y homogénea. Bastan 10 minutos para que sus emisores alcancen el 100 por ciento de su rendimiento, con una temperatura de fachada que no supera os 65º para disfrutar de un confort óptimo.

Un tercer tipo de radiadores eléctricos de bajo consumo vendría de la mano de los inerciales de granito compacto, dotados de convectores de este material, ideales para adaptarse a cualquier ambiente por su versatilidad tanto de tamaños como de colores y texturas.

Fuentes: CSA Sistemas | Calor y frío | Clarín

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