Funcionamiento

Los grifos termostáticos, utilizados normalmente en duchas, aunque disponibles para cualquier otro tipo de grifería, se caracterizan por disponer de dos mandos. Uno, para graduar el caudal de agua y otro, que sirve para graduar la temperatura.

La función de los grifos termostáticos es, como su nombre indica, el de mantener fija la temperatura del agua, y lo hace de manera automática.

Su funcionamiento se basa en que deja pasar más o menos cantidad de agua fría según la temperatura que hayamos seleccionado. Esta temperatura se mantendrá constante hasta que se vuelva a seleccionar otra, pero si el suministro del agua sufriera algún cambio, el mecanismo se autoregularía gracias a un eje relleno de parafina situado en su interior. Si la parafina detecta que la temperatura del agua aumenta, ésta se dilata y mueve la válvula dejando pasar más agua fría.

Comodidad y ahorro: ventajas de los grifos termostáticos

El ahorro que consiguen estos dispositivos se debe a la posibilidad de disponer de la temperatura óptima desde el principio, sin tener que ir mezclando agua fría y caliente hasta encontrar la temperatura deseada, con el consiguiente gasto de agua y energía. Gracias a este sistema de grifería se pueden conseguir ahorros de hasta un 50%.

Además, algunos de estos dispositivos disponen de un tope intermedio en el mando del control del caudal, destinado al ahorro de agua, de manera que cuando se llega a él solo sale por el grifo un tercio o la mitad del caudal de agua máximo.

Los grifos termostáticos son, además, mecanismos que aportan seguridad a los baños. El mando que controla la temperatura tiene un tope de seguridad calibrado a 37 o 38 ºC. Si se desean alcanzar temperaturas superiores, es necesario accionar un botón que disponen estos grifos en el mando del control de temperatura.

Otro mecanismo de seguridad del que disponen este tipo de grifos es que, en caso de que se cortara el suministro de agua fría, se interrumpiría también el paso de agua caliente para evitar el riesgo de quemaduras.

Otras ventajas

  • Comodidad: El agua siempre sale a la temperatura seleccionada de manera constante.
  • Precisión: El ángulo de giro del volante de regulación permite la selección de la temperatura de una manera muy precisa.
  • Fiabilidad: Su capacidad anticalcárea lo hace inmune ante cualquier depósito de cal.

Consejos para un aprovechamiento óptimo

Antes de instalar un grifo termostático en la ducha es necesario purgar las tuberías del agua. Y una vez instalado, limpiarlas periódicamente.

Para evitar pérdidas de calor es muy importante tener aisladas térmicamente las tuberías. Todas las medidas de eficiencia en la generación de calor para el Agua Caliente Sanitaria (ACS) añadirán mayores índices de ahorro de energía a la instalación.

Además, se recomienda utilizar calentadores, ya sea con acumulador o no, de gran capacidad. En el caso de que el calentador solo consiga calentar 6 litros de agua por minuto, se desaconseja su uso. Asimismo, para el correcto funcionamiento es necesario un caudal mínimo de 9L/min.

Es posible que tengas un grifo de este tipo en tu hogar y no te hayas dado cuenta de todas sus virtudes. ¿Conocías su funcionamiento?

Imagen: ©Paipai/DollarPhotoClub

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