Los nuevos materiales que empiezan a utilizarse en la construcción son respetuosos con el medio ambiente y ayudan a reducir el impacto que este sector producía hasta ahora. Estos son algunos de los avances que se han producido con más difusión hasta el momento, y todos a través de empresas españolas.
La tecnología y los nanomateriales
Hemos visto cómo los avances de investigación en nanotecnología -es decir, a escala atómica- se aplican al campo de los vehículos y la electrónica. ¿Por qué no aplicarlo también a la construcción? En España podemos encontrar algunos ejemplos. En Valencia, el AIDICO (Instituto Tecnológico de la Construcción) ha empezado a investigar cómo la nanotecnología puede alargar la vida útil del cemento. Lo mismo han conseguido en el Instituto de Tecnología Cerámica (Castellón), pero con cerámica, metal y madera, donde se han desarrollado muestras de estos materiales con una cubierta que aumenta su resistencia exterior.
En la misma línea Nanohábitat es el proyecto con un mayor catálogo de nuevas propiedades. Se trata de una apuesta que se desarrolla en centros públicos y empresas que buscan alargar la vida de los materiales utilizados en el hogar. El objetivo es que éstos sean más resistentes al agua y a la corrosión, por ejemplo, pero también que cuenten con otras características como la capacidad para repeler la electricidad estática o el desarrollo de nuevas propiedades para ventanas y cristales.
El cemento también puede ser verde
Sí, el cemento gris también puede ser verde, pero no nos referimos a su color. El material en sí no es contaminante pero su fabricación conlleva un gran gasto de energía y el sector ha buscado alternativas. El proceso creación del cemento -primero trituración de la materia prima y luego horneado- se ha convertido en algo más limpio gracias a la sustitución de la piedra caliza por otro material: los residuos de centrales térmicas y de la industria siderúrgica. Se trata de una idea desarrollada por la empresa Tecnalia, que también investiga técnicas para mejorar la resistencia de este material.
Y si parece raro que el cemento sea ecológico, parece aún más extraño que se pueda hablar de «asfalto verde«. Un material que siempre se ha asociado a contaminación puede ser mucho más respetuoso con el medio ambiente, como ha demostrado la empresa valenciana Guerola y ha constatado la Universidad Politécnica de Valencia. La técnica que han desarrollado es la de utilizar neumáticos reciclados en vez de quemar combustible para obtener el hollín artificial.
Simple pero eficaz: reciclaje
Reducir, reciclar y reutilizar ha sido la consigna que durante años se ha utilizado para intentar concienciar a los usuarios de ser más respetuosos con el medio ambiente. Pues esto también sirve en el sector de la construcción. Renacer de los escombros no es sólo una metáfora sino que cada vez es más frecuente reutilizar los residuos de edificios demolidos para construir otros. El proceso se basa en reconvertir los restos en arenas y gravas que pueden reutilizarse en nuevas obras. En Valencia se inauguró en 2009 el primer puente de Europa construido íntegramente con hormigón reciclado.
Fuentes: Twenergy / Ecolosfera.com / Flickr