Los sensores de ocupación son herramientas cada vez más utilizadas en medidas de ahorro.
Actualmente existen detectores basados en diferentes tecnologías y con aplicaciones diversas, entre las que destaca la iluminación, pero existen también para instalaciones de climatización, de control de asistencia o de seguridad.
La mejora de la eficacia de estos aparatos, junto con una correcta gestión del uso de la energía, puede suponer ahorros de energía interesantes, ya que actualmente solo detecta con precisión alrededor de un 75% de las veces.
Nuevo sensor de ocupación eficaz
El NREL ha desarrollado un nuevo detector que mejora la eficacia hasta un 90%, lo que supone un gran ahorro, sobre todo en edificios con un gran consumo energético en concepto de iluminación.
Este nuevo dispositivo se basa en añadir al detector de movimientos convencional la tecnología óptica, lo que se conoce como IPOS (Processing Occupancy Sensor).
El IPOS consiste en una cámara con un microprocesador de alta velocidad que detecta el movimiento y la presencia humana en la habitación, pero también recoge información sobre el número de personas, registra el nivel de actividad, etc. Al poder recopilar información tan variada permite realizar una gestión más exacta y precisa.
Como ejemplo, este nuevo detector puede emplearse para regular el flujo de aire en una habitación. Por defecto, las habitaciones reciben ventilación como si estuviera llena, aunque no haya nadie. Al detectar el número de personas, el IPOS podría suministrar información que permita adecuar el flujo de aire a la ocupación de la habitación.
Además, los IPOS se basan en una tecnología que ya se comercializa en masa por lo que es económicamente viable.
En conclusión, estos nuevos sensores van un paso más allá permitiendo una gestión de la energía mucho más eficaz. No solo porque aumenta la precisión de detección, sino porque ofrecen nueva información de gran utilidad.
Ahora solo queda esperar a su comercialización y comenzar a ahorrar energía y dinero.
Fuentes: energy.gov / Flickr