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Vivimos en un mundo donde todo está conectado
Los tiempos que corren son tiempos de progreso, modernidad y crecimiento, todo ello con el apoyo inestimable de la tecnología. Desde hace algunos años se han dado multitud de avances en diversas áreas y todos ellos han servido para incrementar de manera cualitativa nuestra forma de vida. Por otro lado, vivimos en un mundo cada vez más concienciado en materia de sostenibilidad y medioambiente, factor que ha permitido el desarrollo de cierta tecnología de cara al cuidado de nuestro entorno, de la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Los sensores se encuentran presentes en todos sitios
Uno de los avances tecnológicos mas significativo en este sentido es el sensor. Esta herramienta ha permitido, no solo facilitar nuestro día a día, también mejorar procesos y controlar gastos innecesarios. Desde parkings hasta supermercados, los sensores están muy presentes en nuestra vida diaria y cada vez más dependemos de ellos para determinadas tareas. Su tipología puede variar, y van desde sensores de contacto, ópticos, térmicos hasta de humedad, magnéticos e infrarrojos, una amplia variedad que permite su aplicación en multitud de procesos, ya sean del tipo industrial o domestico.
Sistemas de control de los sensores
Para controlar los sensores y que estos lleven a cabo sus funciones de la forma más eficiente posible, son necesarios unos sistemas de control que posibiliten un automatismo dentro del cual se ha recibido información del exterior para procesarla y emitir una respuesta de vuelta.
Por un lado está el sistema de lazo abierto o sistema sin retroalimentación, en el qué la información externa se recibe, se procesa y finalmente se ejecuta con la excepción de que no afecta al funcionamiento del sistema. Un ejemplo perfecto es el riego automático en lazo abierto, el riego finaliza en un tiempo determinado, independientemente del que el nivel de regado sea óptimo o no. Por otro lado está el sistema de lazo cerrado o sistema con retroalimentación el cuál es más flexible y capaz de reaccionar si el resultado obtenido no es el esperado. En el caso de un sistema de regado de lazo cerrado, el tiempo de regado dependerá del nivel idóneo de humedad reaccionando a cada circunstancia.
Las funciones de los sensores son cada vez más sofisticadas
Las funciones de los sensores son variadas y cada vez más sofisticadas, destacando su capacidad para seguir el movimiento, la automatización industrial o todo lo relacionado con el Internet de los Objetos, además van aumentando en inteligencia y autonomía lo que permitirá automatizar procesos a cotas nunca antes vistas. En otras palabras, se trata de una pieza clave en nuestro presente y en un futuro cercano de cara al mejoramiento de nuestra forma de vida.
Desde un punto de vista eco-friendly, los sensores han ayudado enormemente en relación a la sostenibilidad y eficiencia gracias a la posibilidad que ofrecen de control y análisis de consumo entre otras de sus posibles funciones. Controlar el gasto en el suministro de luz y gas, o controlar el nivel de desperdicios que se generan son algunas de las posibilidades que ofrecen estos sensores. De esta forma podemos optimizar procesos y mejorarlos sin aumentar en gastos innecesarios y ayudando a cuidar nuestro medio.
Programador de riego WIFI: un ejemplo perfecto
La empresa de jardines verticales Citysens ha desarrollado una nueva forma de poder tener una planta sin la necesidad de estar encima de ella. Con su programador WIFI y los sensores que lleva incorporados, en Citysens han querido ofrecer al usuario la posibilidad de esta informado mediante una app de todos los requerimientos de la planta en cada momento. Se trata de un ejemplo más de cómo los sensores pueden hacernos la vida más simple, centrándonos en lo verdaderamente importante.
La tecnología es la piedra angular de nuestro futuro, y a medida que pasan los años dependemos más y más de ella. En este sentido, los sensores han sido protagonistas principales de una modernización que ha permitido mejorar la vida de las personas. En definitiva, se trata de otra prueba más de que avanzamos con paso firme hacia un horizonte tecnológico esperanzador, un mañana donde la automatización de procesos, gracias a los sensores, hagan nuestra vida más fácil.