Es posible que gran parte de esta población siga usando su coche como método habitual de transporte porque no se hayan parado a pensar en el gasto energético y monetario que supone su uso. Según los datos aportados por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), el consumo medio anual de un automóvil es mayor al de una vivienda familiar. Esto también se traduce en cifras económicas: 1.200€ de gasto anuale por coche frente a los 800€ por hogar.
En los últimos años, nuestro país ha aprobado una serie de medidas en línea a las recomendadas por la UE, como es el caso de la Directiva Europea de Eficiencia Energética de Edificios del 2002. Su fin es maximizar el consumo de energía de la población. No obstante, para que estas medidas sean realmente efectivas, se necesita de la ayuda y colaboración del consumidor.
Fuentes: Elaboración propia / idae.es / flickr.es