Entre los términos ecológicos de mayor importancia encontramos el de la huella ecológica, la cual no debe confundirse con la huella de carbono. Para ayudarte a aclarar sus diferencias, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber acerca de la huella ecológica, uno de los indicadores clave del cuidado de nuestro planeta.
Indice de contenidos
¿Qué es la huella ecológica y quién la inventó?
El profesor de la Universidad de Columbia Británica de Vancouver (en Canadá), William Rees, y su entonces alumno, Mathis Wackernagel, inventaron esta particular metodología en los años 90. Para ellos el significado de la huella ecológica es el siguiente:
Es la superficie correspondiente de tierra de cultivo y de ecosistemas acuáticos necesarios para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población determinada, con un nivel específico de vida material, independientemente del lugar donde se encuentre.
La huella ecológica: medición del impacto
El cálculo de la huella ecológica es clave para evaluar el impacto sobre el planeta de un determinado modo o forma de vida y compararlo con la “biocapacidad” del planeta. Este tipo de huella trata de reflejar el impacto de nuestro modo de vida sobre la Tierra en términos de superficie utilizada. Comparando la huella con la “biocapacidad” del territorio para proveer los recursos consumidos podemos deducir el grado de sostenibilidad de nuestras acciones.
Las cifras hablan por sí solas
Según el Informe Planeta Vivo 2010, de la organización ecologista WWF, con el ritmo actual necesitamos más de tres “Españas” para satisfacer las demandas de recursos naturales. Entre las conclusiones del estudio destacan que la salud de los ecosistemas ha disminuido 30% y que la huella se ha duplicado.
Otro dato alarmante: al ritmo de crecimiento actual, harán falta dos planetas para que pueda ser cubierta la demanda humana de recursos naturales en 2050. Ante esta situación, organizaciones internacionales como Global Footprint Network promueven la sostenibilidad de nuestras acciones a través del uso de la huella ecológica, un indicador fundamental para reflexionar acerca de nuestro ritmo de vida y de la biocapacidad del planeta para soportarla.
¿Crees que la forma de vida de tu región o ciudad está influyendo en la huella ecológica? De sospechar una respuesta afirmativa, te invitamos a calcular dicha huella y empezar a tomar acciones que promuevan el cuidado del ambiente en tu rutina y la de tu comunidad.