Si bien su precio es mayor que el de una pila normal, y hay que adquirir el aparato de recarga, las pilas recargables tienen múltiples beneficios que hoy conocerás. Continúa leyendo y descubre por qué deberías comprar este tipo de baterías.

Cada vez hay más usuarios de baterías recargables. Según datos de la European Portable Battery Association, en 2004 ya suponían 10% del mercado de baterías portátiles. Si quieres ser parte de este mercado será necesario que antes de comprar pilas recargables tengas en cuenta sus tipos:

Tipos de pilas recargables

Mujer sujetando pilas

De Níquel-Cadmio (Ni-Cd)

Tienen un “efecto memoria”, es decir, los restos de carga sin usar van quedándose en la pila, ocupando sitio y reduciendo su capacidad. Por ejemplo, si una batería Ni -Cd que ha gastado 20% de su capacidad se recarga, su capacidad se reducirá 80% del valor inicial.

Para evitar lo anterior, basta con que la primera carga de la batería sea muy larga -más o menos el doble de lo normal- y se deje descargar casi completamente cada semana o mes. También son aconsejables los cargadores con función de descarga.

Las pilas recargables Ni-Cd suelen tener poca capacidad de carga, tendrás que cargarlas más a menudo que otras. Además, solo permiten de 400 a 500 recargas.

De Níquel-MetalHidruro (Ni-MH)

Aunque son un poco más caras, estas pilas carecen de cadmio (un elemento bastante contaminante) y no sufren el efecto memoria. Con una de estas pilas recargables tendrás 1000 de las convencionales, ¡así de amplio es su poder!

Actualmente se comercializa una pila llamada USBCELL, cuya característica principal es que puede cargarse en tan solo 5 horas a través del puerto USB del ordenador. ¡Una auténtica pasada!

De Litio-Ión (LiIon)

Como último de los tipos de pilas recargables, las de litio-ión tienen aún más capacidad que las de Ni-MH y tampoco sufren el efecto memoria. Se encuentran sobre todo en móviles, ordenadores, portátiles y en los vehículos eléctricos.

Beneficios de las pilas recargables

Qué son las pilas recargables

Ahora bien, si la razón por la que entraste a este artículo era para conocer los beneficios o las ventajas de las pilas recargables, a continuación te compartimos algunas:

  • Tienen una vida útil muy larga.
  • Generan menos residuos.
  • No hay que comprar pilas a menudo.
  • ¡Te librarás de tener que llevar continuamente las pilas usadas a reciclar!

Consejos a seguir si usas estas pilas

Hombre sujetando pilas recargables

Así como las baterías convencionales requieren un cuidado especial, las recargables (y su cargador) deben mantenerse en óptimas condiciones para poder aprovechar al máximo su potencial. En los siguientes puntos te compartimos algunos consejos a seguir si usas estas pilas:

  • Nunca mezcles baterías de diferentes marcas o con distinta carga para evitar la polarización inversa, pues inutiliza la batería.
  • En cuanto al cargador, es útil que tenga carga rápida y que, una vez cargadas las pilas recargables, pase a un modo de carga lenta para no sobrecargarlas.
  • Cuando termine la vida útil de tus baterías recargables puedes depositarlas en los contenedores adecuados o, en su defecto, entregarlas en el establecimiento donde compres las nuevas.

Pilas

En definitiva, las pilas recargables son la mejor opción en cuanto a carga y durabilidad. Si te interesa colaborar con la protección del medio ambiente, sin duda, este tipo de baterías serán tus aliadas 😉

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