Mi tío insistía en que eso gastaba mucho y las bombillas se fundían rápido, claro que lo que él no sabía es que las nuevas lámparas de mi casa no utilizan bombillas incandescentes normales, sino de bajo consumo.
Mientras seguíamos hablando Fernando insistía en su idea de que seguro que era mucho más caro y no se iba a ver igual de bien. Al seguir hablando decidí darle una vuelta por la casa y enseñarle todo lo que había cambiado, que si las bombillas incandescentes del salón de 60 W de potencia por unas de 9 W, que si dos lámparas empotradas en el techo con bombillas halógenas de 50 W por otras de 7 W, sin olvidar los tubos fluorescentes que tenía en la cocina.
Aún así le seguían surgiendo algunas dudas ya que, según me comentaba, en la calle se dicen muchas cosas, que si son luz blanca y en bajo consumo no hay luz cálida, que si se funden muy rápido, etc.
Durante esta conversación yo le comenté que por qué no utilizar lámparas de bajo consumo en vez de tecnología led. Le di algunos argumentos tanto a favor como en contra con el objetivo de sembrarle la duda de qué tecnología utilizar.
Así una pregunta que surgió fue que si es cierto que al reducir la potencia se obtiene el mismo nivel de iluminación.
En la actualidad una de las tecnologías más ecológica en comparación con el resto son los led. Yo le comenté que esta tecnología permite alcanzar niveles de iluminación similares con una menor potencia instalada, debido a su funcionamiento es más duradero y no emite molestos parpadeos.
Otra de las cosas que llamó la atención de mi tío fue la duración de las lámparas. En mi caso le comenté que las bombillas del salón de 60 W que había cambiado ahora tenía una duración diez veces mayor mientras que antes solo duraban unas 1.000 horas de uso.
En otras palabras que mientras yo llevaba sin cambiar mis bombillas más de tres años, el ya había cambiado las suyas más de tres veces, es decir, que no solo me estaba ahorrando en la factura todos los meses sino que mis bombillas duraban mucho más.
Después de explicarle cómo poniendo bombillas de menor potencia y mayor duración que las convencionales se podría ahorrar en la factura eléctrica, la idea pareció gustarle. Empezó a entender que siempre hay que valorar diferentes alternativas. Que no siempre se tiene que poner las últimas tendencias si el uso que se da a las diferentes estancias no lo recomiendan.
Con este post no pretendo decirles qué hacer o no, solo pongo a disposición mi opinión acerca de ''qué iluminación adoptar para nuestros hogares'', siempre en favor de nuestra economía y en especial del medio ambiente.
La tecnología LED está en pleno desarrollo siendo un sistema relativamente novedoso que merece ser considerado como opción para nuestros hogares por la cantidad de ventajas que presenta en comparación de cualquier otra forma de iluminación en el hogar.
Personalmente, en mi casa, uso una mezcla de tecnología en función del uso de la estancia y del tipo de foco.
Siempre vamos a encontrar opiniones variadas acerca de cualquier cosa así que les invito a que indaguen que seguramente van a encontrar toda una enciclopedia dedicada a hablar a favor o en contra de las diferentes tecnologías.
Fotografía de Flickr.