Las previsiones de este informe proponen un gran cambio en el mundo energético que conocemos actualmente. Entre estos cambios destacan una modificación importante en los flujos energéticos, un crecimiento de las medidas relacionadas con la eficiencia energética y la aparición de nuevos recursos.

Cambios en la escena energética

Actualmente se están redefiniendo muchos de los principios más arraigados del sector energético. Por ejemplo, China se convertirá en 2020 en el mayor importador de petróleo y la India de carbón, desbancando a países como Estados Unidos, que dejará de ser uno de los grandes importadores puesto que continuará aumentando la producción nacional cubriendo todas sus necesidades energéticas.

Además, el auge de nuevos recursos energéticos como el petróleo y el gas no convencional o  las energías renovables, están modificando la distribución tradicional de los recursos energéticos.

Crecimiento económico y la energía

Tras las importantes variaciones en el precio del petróleo, del gas o de la electricidad en los últimos años se ha determinado que, en la mayoría de los sectores, la energía es un componente secundario en el crecimiento económico.

Sin embargo, en aquellas industrias que presenten un gran consumo energético (plantas químicas, de aluminio, cementeras, papel, refino de petróleo, etc.), especialmente si los productos se comercializan a escala mundial, la energía adquiere un valor muy importante de cara a la competitividad de la industria. Tanto es así, que las variaciones de precios influyen en las decisiones de inversión y en la estrategia empresarial.

Estas variaciones del precio se mantendrán hasta 2035, pero en el futuro la correcta combinación de políticas y tecnologías debilitarán la conexión, actualmente existente, entre crecimiento económico, demanda energética y emisiones de GEI.

Incremento de la eficiencia energética

El interés por la eficiencia energética es cada vez más importante, no solo por los beneficios que puede aportar, sino porque permite mejorar la competitividad sin reducir los esfuerzos por luchar contra el cambio climático.

En los últimos años se han ido introduciendo medidas centradas en mejorar la eficiencia de los edificios en Europa, de los vehículos a motor en Norteamérica, los acondicionadores de aire en Oriente Medio y reformas de los precios en China e India.

Sin embargo, en los escenarios futuros planteados, el potencial de la eficiencia energética no se explota plenamente, por lo que será necesario actuar para derribar las barreras que  obstaculizan el auge de este tipo de medidas.

Recursos energéticos

Los recursos energéticos analizados en el informe son: el petróleo, el gas natural y las energías renovables.

Petróleo

Pese al agotamiento de este recurso, está previsto que la demanda de petróleo se mantenga aunque, poco a poco, irá cambiando en favor de otras fuentes de energía en crecimiento. Hacia el 2035, la petroquímica y el transporte seguirán basando su fuente de energía en el petróleo.

El descubrimiento de nuevas zonas para la extracción provocará la aparición de más  centros de producción en Estados Unidos, Canadá y Brasil (con su petróleo offshore), pero a largo plazo será Oriente Medio quién aportará la mayor parte de la demanda mundial de petróleo.

Estos nuevos centros de producción y los centros de demanda producirán un cambio en los flujos comerciales, pasando de un mercado Atlántico a un mercado Pacífico.

Gas natural

El gas natural, gracias a las políticas destinadas a mejorar la eficiencia energética, a atajar la contaminación del aire, mitigar el cambio climático, la flexibilidad y ventajas medioambientales, se convertirá en la mejor opción para generar electricidad en aquellos países donde el carbón siga siendo la opción más barata.

Energías renovables

La tendencia  en aumento al uso de las tecnologías renovables hacen que cada vez estos recursos sean cada vez más competitivos, por lo que resultará importante la aparición de sistemas de ayudas, que faciliten la mayor implantación de fuentes de energía de bajas emisiones de GEI.

Las previsiones para 2035 sitúan este tipo de energías como una fuente real de electricidad (30% del mix eléctrico mundial), abriendo dudas sobre el diseño del mercado y la necesidad de garantizar una fiabilidad en el suministro.

La Unión Europea, Estados Unidos y Japón incrementarán la electricidad de origen renovable y  China la aumentará tanto como estas tres regiones juntas.

Estas tendencias muestran un cambio hacia las energías renovables y un incremento de las medidas relacionadas con la eficiencia energética, pero sin dejar de utilizar el petróleo. ¿Crees que estas previsiones son razonables para el momento que está viviendo el mundo?

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