Las energías renovables son aquellas que obtenemos gracias a la Naturaleza. Las fuentes que se utilizan para generar energía a partir de las renovables no se agotan, ya que se dan a causa de fenómenos naturales como el viento, el agua, el sol o gracias a la combustión por la quema de restos provenientes del campo, como pueden ser huesos de olivas o ramas podadas y también a través de restos orgánicos. El calor del interior de la Tierra es así mismo una fuente de energía renovable.
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Existen seis tipos de energía renovable:
Esta última, el biogás, pertenece a la categoría de la biomasa. Para conseguir biomasa se utilizan restos vegetales, para obtener biogás se procesan restos orgánicos.
La energía hidráulica es la producida por la caída del agua. Las centrales hidroeléctricas en represas utilizan el agua retenida en embalses o pantanos a gran altura. El agua en su caída pasa por turbinas hidráulicas que trasmiten la energía a un alternador, el cual la convierte en energía eléctrica.
Aquí tienes toda la información de qué es la energía eléctrica.
Es la energía cinética producida por el viento. A través de los aerogeneradores o molinos de viento se aprovechan las corrientes de aire y se transforman en electricidad. Dentro de la energía eólica, podemos encontrar la eólica marina, cuyos parques eólicos se encuentran mar adentro.
La mayoría de los parques eólicos marinos se encuentran en los mares del norte de Europa, en aguas que no son muy profundas. La profundidad de los parques eólicos marinos europeos es de unos 27,5 m. de media.
Se encuentran a varios kilómetros de la costa, a unos 40 aproximadamente, y están alejados de instalaciones navales estratégicas, rutas de tráfico marino y espacios ecológicos de interés. Crean una cantidad mayor de energía en comparación con los parques eólicos terrestres, ya que no existen barreras y el viento en alta mar es más frecuente.
Para los seres humanos, los parques eólicos marinos son una gran ventaja pues, además de generar una mayor cantidad de energía, nos evita el ruido y el espacio disponible para su instalación es mayor. También la facilidad de transporte en el mar es mejor que la terrestre. Sin embargo, y aunque estos parques están situados en lugares sin un interés ecológico especial, no debemos olvidar que en el mar existen seres vivos que ven alterado su hábitat al instalar en él los parques. Estas zonas son recuperables a su estado inicial una vez desinstalados los parques eólicos.
Este tipo de energía nos la proporciona el sol en forma de radiación electromagnética (luz, calor y rayos ultravioleta principalmente). Los usos más comunes de la energía solar son:
• Energía solar térmica. Se puede emplear en los hogares para calentar el agua con la finalidad de usos sanitarios o calefacción, pero también en las grandes industrias.
• Energía solar termoeléctrica. La energía solar térmica puede llegar a obtener grandes temperaturas, que se concentrarán en un punto para obtener vapor y este pondrá en acción una turbina que generará electricidad.
• Energía solar fotovoltaica. Genera electricidad utilizando ciertos materiales que absorben fotones y liberan electrones. Se puede utilizar a través de generadores pequeños para autoconsumo, pero también existen grandes plantas de energía solar fotovoltaica.
• Energía solar pasiva. Se obtiene diseñando edificios y viviendas cuya estructura y orientación están estudiadas para aprovechar la luz del sol de forma natural, sin necesidad de paneles. A través de ventanas, paredes y los materiales adecuados, la luz solar calienta las estancias durante el invierno y, con un método bien ideado, las mantiene frescas durante el verano. Así mismo, los edificios y viviendas diseñados para aprovechar la energía solar pasiva disfrutan de luz natural durante más tiempo. De ese modo, el coste en electricidad se reduce considerablemente.
• Energía solar híbrida. Energía solar combinada con otros tipos de energía, provenientes de energías renovables o no.
Es una de las fuentes de energía renovable menos conocida y se encuentra almacenada bajo la superficie terrestre en forma de calor y ligada a volcanes, aguas termales, fumarolas y géiseres. Por tanto, es la que proviene del interior de la Tierra.
Este tipo de energía se puede aprovechar en hogares e industria, y también se puede crear. Dependiendo de la cantidad de metros por debajo de la tierra de los que se extraiga la energía geotérmica, tendrá usos distintos. A poca profundidad, el calor que contiene la Tierra servirá como método de calefacción que, a través de conductos, llega a los edificios. Cuando la temperatura no es suficiente, se utilizan además bombas de calor.
Cuanta más profundidad, la temperatura de las rocas alcanzan más calor, 200° entre 4.000 y 6.000 metros; esa temperatura se utiliza para generar electricidad. Para ello, se perfora la roca, se fractura con agua a alta presión, a través de un segundo pozo se inyecta el agua en la roca para que se caliente por el contacto y posteriormente es bombeada hasta la superficie. La energía térmica se transforma en gas presurizado que es utilizado, mediante un turbo generador, para crear electricidad. El calor restante se inyecta en una red de calefacción y el agua, ya enfriada, se vuelve a inyectar a la roca.
El movimiento de las mareas y las corrientes marinas son capaces de generar energía eléctrica de una forma limpia. Si hablamos concretamente de la energía producida por las olas, estaríamos produciendo energía undimotriz. Otro tipo de energía que aprovecha la energía térmica del mar basado en la diferencia de temperaturas entre la superficie y las aguas profundas se conoce como energía maremotérmica.
La energía maremotriz se basa en las subidas y bajadas de las mareas. Se obtiene al introducir un generador con aspas dentro del mar, este puede estar sobre el suelo marino o anclado. Al subir y bajar la marea, las aspas giran produciendo electricidad, que es transportada mediante conductos submarinos. La generación de electricidad por este método puede ser de tres formas distintas:
• Generador de corriente de marea. El movimiento del agua hace girar las turbinas conectadas al generador.
• Presas de marea. Por lo general, se construyen en los estuarios. Se trata de un dique que separa el agua y aprovecha la diferencia de altura entre ellas producida por las mareas.
• Energía maremotriz dinámica. Aprovecha la energía potencial y cinética del agua colocando presas en las mareas.
Energía de la biomasa. Es la procedente del aprovechamiento de materia orgánica animal y vegetal o de residuos agroindustriales. Incluye los residuos procedentes de las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, así como los subproductos de las industrias agroalimentarias y de transformación de la madera como el pellet.
El biogás pertenece a la categoría de la biomasa, pero se consigue a través de residuos orgánicos, no vegetales. Se trata de una fuente de energía que proviene de la fermentación de los residuos orgánicos que se encuentran en los vertederos. Tras separarlo del agua, se fragmenta en trozos microscópicos y se almacenan sin oxígeno. Las bacterias que viven sin oxígeno, existentes en la materia orgánica, son las que llevan a cabo la fermentación y de ella se deriva el biogás.
Las plantas de biogás procesan residuos orgánicos que provienen de la ganadería, la agricultura y la agroindustria. Al tratar la materia orgánica de los vertederos también se consigue reciclar y recuperar algunos minerales y nutrientes de residuos agrícolas, estos son utilizados para producir de nuevo un fertilizante, en este caso reciclado. El biogás es un gas combustible por lo que, puesto que puede servir como combustión para un motor, también puede generar electricidad.
Las energías renovables son recursos abundantes y limpios que no producen gases de efecto invernadero ni otras emisiones dañinas para el medio ambiente, como las emisiones de CO2, algo que sí ocurre con las energías no renovables como son los combustibles fósiles. Sin embargo, uno de sus principales inconvenientes es que la producción de algunas energías renovables es intermitente ya que depende de las condiciones climatológicas como ocurre, por ejemplo, con la energía eólica. Con todo, el IDAE apunta que, por su carácter autóctono, este tipo de energías verdes contribuyen a disminuir la dependencia de nuestro país de los suministros externos, aminoran el riesgo de un abastecimiento poco diversificado y favorecen el desarrollo tecnológico y la creación de empleo.
Aunque todavía se deben perfeccionar los métodos de obtención de algunos tipos de energías renovables para que no causen ningún impacto medioambiental en absoluto, sin duda son la mejor solución. Debemos tener en cuenta que un elevado tanto por ciento de la energía que utiliza España es suministrada por otros países; a través de las energías renovables el coste de la energía puede ser inferior, al mismo tiempo que cuidamos el medio ambiente y podemos autoabastecernos. Las herramientas que nos proporciona la Naturaleza para conseguir energía consiguen que esta pueda generarse en lugares remotos. Un ejemplo de ello es la energía solar pasiva, utilizada hace siglos por los romanos y que no tiene ningún impacto medioambiental.
Estamos deseando conocer cuál será el futuro de las energías renovables, ¿y tú?
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Es muy buena imformación
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