Hablar de ecoturismo es mucho más que hablar de turismo rural, aunque la relación entre ambos es estrecha. El ecoturismo no es ni más ni menos que aquél que permite disfrutar de la naturaleza, de las gentes de un lugar y de su riqueza sin provocar un impacto negativo tras el paso de los turistas.
Esto se consigue, según el Código Ético Mundial para el Turismo, incentivando iniciativas que permitan ahorrar recursos naturales escasos (en particular el agua y la energía), fomentando el consumo responsable de los turistas o equilibrando la frecuencia de las vacaciones (repartirlas a lo largo del calendario) con el fin de reducir la presión que ejerce la actividad turística en el medio ambiente y de aumentar sus efectos beneficiosos en la economía local, entre otras cosas.
El Ecoturismo en España
Los ciudadanos de a pie no son los únicos interesados en hacer del respeto al medio ambiente una forma más de turismo. Gobiernos de todo el mundo han impulsado políticas activas en este sentido por su beneficio económico y por su sostenibilidad. En el caso del español, el camino elegido para un turismo responsable viene marcado en el Plan de Turismo español: horizonte 2020.
Conscientes de que una de las debilidades de nuestro actual modelo de turismo (sobre todo en el denominado turismo de sol y playa) ha provocado un «deterioro medioambiental de un elevado número de destinos, como consecuencia de un excesivo y desordenado urbanismo», se ha optado, entre otras cosas, por impulsar un programa para hacer reales los grandes retos de sostenibilidad, haciendo especial hincapié en la eficiencia, la adaptación a los requerimientos de una demanda concienciada y el valor medioambiental de los destinos turísticos.
El primer paso en este sentido ya se puede comprobar en la Carta Europea de Turismo Sostenible, un proyecto que certifica la gestión sostenible de los espacios naturales en Europa y dónde España tiene el mayor número de estos espacios en toda Europa: 28 del total de los 75 se encuentran en nuestro territorio.
Qué es el ecoturismo en cinco pinceladas
– Minimizar el impacto ambiental.
– Crear conciencia ambiental y cultural.
– Proporcionar experiencias positivas tanto para los visitantes y anfitriones.
– Proporcionar beneficios económicos para la población local y para potencial la conservación.
– Aumentar la sensibilidad a los países receptores en cuanto al medio ambiente y la justicia social.
Fuentes: Elaboración propia / greenlivingonline.com / ecoturismo.com / consumer.es / redeuroparc.org / turismo2020.es / unwto.org / flickr.com