El buen tiempo invita a retomar las labores de jardinería y poner a punto los espacios verdes que aportan color, fragancia y sensación de tranquilidad a nuestro hogar. No necesitarás mucho espacio para montar tu propio jardín vertical. Basta con reservar una pared en el exterior, un rincón en la terraza o incluso un área de pared interior cercana a una ventana y que reciba luz natural.

1. La estructura adecuada

Una vez decidas cuál es el espacio en el que vas a montar tu jardín vertical, el siguiente paso es definir la estructura que soportará la tierra y las plantas. Puede ser sobre un palet reciclado, sobre un bastidor hecho a partir de listones de madera, sobre una estructura de PVC o metal que permita colgar macetas ligeramente inclinadas, o incluso en filas de botellas de plástico recicladas rellenadas con tierra.

La ubicación del jardín y tu presupuesto determinarán cuál va a ser la estructura más conveniente para ti. Si eliges como material la madera, recuerda que necesitarás tratarla previamente con un producto antifungicida para que la humedad no suponga un problema.

2. Sistema de riego

Especialmente si se trata de un jardín vertical al aire libre, habrá que considerar un sistema de riego a goteo. Una opción es colocar en la parte superior del bastidor un tubo de polietileno con dosificadores programables de agua.

La cantidad de agua que deben recibir las plantas variará dependiendo de la estación del año y, obviamente, del tipo de plantas elegidas. La clave está en mantener el jardín húmedo, pero sin exceso de agua.

3. Con o sin tierra

Seguro que has oído hablar de los cultivos hidropónicos, que son aquellos que en lugar de tierra usan disoluciones minerales para cultivar las plantas. Pues bien, la hidroponia es también una opción a considerar en el caso de los jardines verticales.

Si se prefiere usar tierra, proteger la pared de humedades y retener el agua que reciben las plantas son los dos objetivos que debemos tener en mente a la hora de montar el bastidor de nuestro jardín vertical. Para ello, vamos a necesitar dos materiales: plástico para el fondo y varios lienzos de tela o fieltro que retengan el agua manteniendo la humedad adecuada para que las plantas no se sequen.

4. Sistema de sujeción de las plantas

En los jardines que permiten el uso de tierra, la raíz de las plantas funcionan como sujeciones naturales.

En otros casos, se usarán macetas, botellas PET u otro tipo de recipientes – ¡si pueden ser reciclados mucho mejor!- para colocar la tierra y las plantas. Se fijarán a la estructura con algún tipo de enganche (cable de acero, pinzas, aros metálicos…), asegurándose de dejar la distancia necesaria entre plantas o macetas para que el crecimiento sea viable.

5. Elección de las plantas más adecuadas

El emplazamiento del jardín vertical (interior, exterior, al sol, a la sombra o en semi-sombra), el clima y la orientación de la casa son factores determinantes a la hora de elegir qué plantas queremos poner.

Las cactáceas, los helechos, las bromelias, las peperomonias y en general cualquier especie colgante y rastrera son opciones muy recurrentes y que aguantan bien en las composiciones verticales.

Como si se tratara de un mosaico, como último paso, combina formas y colores, intercalando especies y formando un lienzo natural espectacular.

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