El coche eléctrico, como innovación dentro de la industria del automóvil, tiene más de cien años. Los primeros modelos se presentaron a finales del siglo XIX, aunque para 1930 la idea de fabricar automóviles propulsados eléctricamente quedó descartada hasta que, en 1996, General Motors presentó el primer coche eléctrico de altas prestaciones. La ley “Zero Emision Vehicle Mandatory” que California puso en marcha en los 90, permitió la introducción de estos modelos en un mercado altamente dependiente de la gasolina.

El alto precio de estos vehículos para el consumidor medio y la necesidad de contar con una infraestructura de recarga fiable y accesible son algunos de los motivos que han frenado una generalización más rápida en el uso del vehículo eléctrico.

El aumento del precio del petróleo y una mayor preocupación por el impacto de las emisiones de CO2 a la atmósfera en la última década han resultado clave para el desarrollo de una normativa supranacional y nacional de apoyo al coche eléctrico.

A nivel europeo, con la Directiva 33/2009 se pretendió impulsar el mercado de vehículos de transportes por carretera limpios y energéticamente eficientes.

El Plan de Acción de Movilidad Urbana [COM(2009) 490] de la Comisión Europea promueve la integración de los planes de movilidad en otras políticas de planificación territorial, infraestructuras, accesibilidad, etc. Además contempla acciones informativas y de sensibilización ciudadana y de promoción de los vehículos ecológicos.

En 2011 la Comisión Europea dio a conocer un Plan de Trabajo relativo al Transporte con 40 iniciativas a desarrollar hasta 2050 que permitirían reducir las emisiones contaminantes asociadas al transporte por carretera en un 60%.

La estrategia europea sobre vehículos limpios y energéticamente eficientes tiene como objetivo fomentar la demanda en gran escala de coches eléctricos para, de este modo, animar la producción en la industria automovilística europea. Propone directrices sobre incentivos dirigidos a la demanda que complementan las iniciativas adoptadas a nivel nacional.

En este sentido, en abril de 2015 entró en vigor en España el Plan Movele, regulado por el Real Decreto 287/2015, a través del que se ofrecen ayudas para la adquisición de turismos, cuadriciclos, furgonetas y autobuses eléctricos.

Todo apunta a que seguirán respaldándose acciones que supongan un impulso para la producción de coches eléctricos y la Innovación al Desarrollo aplicada a este segmento productivo de la industria automovilística europea. Acciones que nuestras futuras generaciones sin duda agradecerán.

Fuentes: Observatorio Tecnológico de la Energía, IDAE.

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