Mediante el empleo de materiales de bajo impacto ambiental y social a lo largo de todo su ciclo de vida en la construcción se disminuyen en gran medida las agresiones al medio ambiente. Consecuentes con esos materiales, los sistemas constructivos o, lo que es lo mismo, la forma de colocar esos materiales en el edificio, debe ahondar en este criterio de ahorro y austeridad.
La iluminación tiene una gran influencia también en el confort de los espacios interiores de un edificio. Para ello se pueden tener en cuenta los siguientes
factores. Es necesario utilizar la iluminación difusa con el fin de evitar los deslumbramientos.
En las fachadas se puede transformar la radiación directa en difusa en fachadas este y oeste (bandejas reflectoras, lamas verticales y horizontales). Se puede evitar el sobrecalentamiento de los espacios interiores de las superficies de paso con el tipo de acristalamiento, el material del marco, y la integración de sistemas de control solar como láminas, persianas, reflectores). Por otro lado, el color y naturaleza de los revestimientos y acabados interiores también influye en el confort lumínico.
Mejorar los cerramientos
Las mejoras posibles aplicadas a los cerramientos pueden ser las siguientes:
›› Buen aislamiento térmico del cerramiento, seleccionando bien los materiales, sus espesores, su orden de colocación…
›› Eliminación de puentes térmicos, evitando carpinterías compactas con materiales que sean malos conductores de la temperatura, o colocando el
aislamiento en la cara exterior de los cerramientos exteriores.
›› Control de la ventilación higiénica con sistemas de ventilación regulables, y vigilando la CAI.
›› Los vidrios y las carpinterías son los elementos térmicamente más débiles. Hay que instalar vidrios aislantes, bajo emisivos, coloreados o reflectantes, y
carpinterías de alta hermeticidad.