En el Primer Encuentro Nacional de la Bicicleta que tuvo lugar en 2013 en París el Gobierno francés, decidió comprometerse con este medio de transporte, mediante la implantación de exenciones fiscales para las empresas que fomenten su uso entre sus empleados. De esta manera, los trabajadores que van al trabajo en bicicleta recibirían 0,21€/km/día hasta un límite de 15 km diarios.
Entre tanto recorte derivado de la crisis puede parecer una locura dar ayudas económicas a los ciclistas para fomentar el uso de la bicicleta al trabajo. Sin embargo, los expertos en Francia han calculado que, aunque se gastará alrededor de 20 millones de euros en esta medida, conseguirá ahorros de 5.600 millones de euros anuales tan solo en gastos sanitarios. Por lo tanto, este tipo de medidas consiguen beneficiar las arcas del Estado además de aportar otros beneficios asociados al uso de la bicicleta.
Esta medida viene acompañada de otras soluciones como la sincronización de semáforos para favorecer el paso a los ciclistas o el Registro Nacional de Bicicletas para aumentar la seguridad ante los robos, junto con un buen sistema de red ciclista en las principales ciudades. París dispone de una buena red de carriles bici y un sistema de bicicleta pública que fomenta su uso, reduciendo gastos en la adquisición y el mantenimiento de la misma, además de los problemas de almacenamiento o robos.
Otros países también han llevado a cabo esta medida
Sin embargo, estas medidas no son nuevas, ya se vienen desarrollando otros países como Bélgica, Holanda o Gran Bretaña con incentivos similares.
Por ejemplo, tomando de ejemplo la idea de Francia, la empresa Altiuz en Chile paga $150 por kilómetro recorrido para motivar a sus trabajadores a emplear la bicicleta para sus desplazamientos de carácter laboral.
La promoción del uso de la bicicleta en el trayecto al trabajo por parte de las empresas es cada vez más frecuente. En el Reino Unido funciona una iniciativa a nivel nacional: “Bike 2 Work Scheme”, que permite que, a través de su empresa los trabajadores usen una bicicleta para ir a trabajar deduciéndose el coste de la bicicleta en impuestos y seguridad social. Al mismo tiempo la empresa entra en un registro de compañías que están reduciendo su huella de carbono con distintos tipos de actuaciones.
Otro ejemplo de incentivo de éxito fue la ayuda que Asturias dio en 2012 a las empresas para fomentar el uso de la bicicleta eléctrica entre sus trabajadores, en sustitución del vehículo convencional.
¿Estás de acuerdo en que el Gobierno dedique una parte de su presupuesto a este tipo de medidas?