La campaña de Navidad es casi como si el primer día de rebajas durase unos 40 días: las tiendas y calles comerciales están a rebosar de personas. Y, si las calles están llenas de compradores o peatones, es el momento ideal para conquistar el terreno comido por el tráfico. Hoy hablaremos acerca de la peatonalización de las ciudades durante estas fechas decembrinas.
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¿Qué implica la peatonalización de las ciudades?
Este concepto está asociado al cierre de calles para evitar el tráfico vehicular. En su lugar, las calles se destinan al tráfico de ciudadanos, quienes pueden movilizarse sin problema alguno a pie o en bicicleta.
Tradicionalmente, los proyectos de peatonalización de las calles y plazas no consiguen despertar entusiasmo entre los comerciantes. Cuando un ayuntamiento empieza a hablar de la peatonalización de las ciudades, de una calle o de limitar el tráfico, las asociaciones de comerciantes suelen poner el grito en el cielo y a protestar por el impacto que tendrán esas medidas en sus cifras de ventas.
Sin embargo, en Navidad es más fácil convencer del valor de la calle peatonal, ya que los comerciantes saben que van a tener muchos compradores y quieren que estén cómodos. Aunque sea una experiencia efímera, la peatonalización de las ciudades puede ser un primer contacto con la idea y puede ayudar a que unos u otros se familiaricen con ella y descubran sus valores.
No es un concepto nuevo
La peatonalización de las ciudades no nació hace poco, de hecho, sus antecedentes se encuentran en las calles estadounidenses de, aproximadamente, los años 20. En esta época, empiezan a aparecer las primeras áreas urbanas y, al visualizar la gran cantidad de peatones y coches que hacían vida en ellas, se identificó una problemática que fue solventada a través de la peatonalización de las calles.
Peatonalización en Madrid
Los proyectos de peatonalización de las ciudades se pueden realizar en calles de todos los tamaños. Así, podemos leer acerca de ellos en la calle malagueña San Pedro Alcántara, pero también en las calles más concurridas de Madrid.
En la ciudad capital se probó por primera vez cerrar la Gran Vía al tráfico durante más de una jornada en la campaña de Navidad del año 2016. Al año siguiente se volvió a hacer, ganando para los peatones 5.400 metros cuadrados. Los carriles pasaron de tres a uno por cada sentido, se aumentaron las capacidades de los pasos de peatones y se restringió quiénes podían circular por esas zonas.
En el caso de la Gran Vía, el tráfico solo estuvo abierto a residentes, personas con movilidad reducida, taxis, autobuses urbanos, coches de servicios, emergencias y de reparto. La restricción no se aplicó a quienes circulaban en bicicleta o a quienes lo hacían en coches de emisión cero, lo que hace que acciones de este tipo sean también una manera de dar a conocer e incentivar el uso del transporte verde.
Los beneficios de la peatonalización de las ciudades
Ya hemos hablado acerca de qué es la peatonalización y todo lo que implica, tanto para los comerciantes como para los compradores. Sin embargo, ¿por qué resulta tan beneficiosa la peatonalización de las ciudades?
- Hace que los lazos de comunidad y el sentimiento asociado a ella sean mayores.
- Suelen tener un impacto muy positivo en el pequeño comercio de la zona.
- Tras convertir las calles en espacios peatonales, estas suelen vivir un cierto renacer económico y se suelen convertir en áreas más dinámicas (en términos comerciales).
- Son también ciudades que permiten otro tipo de comportamientos y de estilos de vida, como puede ser el de ir andando al colegio o al trabajo o el de valorar más el transporte urbano público.
- Este tipo de localidades suelen ser mucho más friendly para alternativas como la bicicleta, lo que hace que aumenten sus medias de uso. Los ciudadanos no solo la descubren como una alternativa, sino que además se sienten mucho más seguros empleándola porque no tienen que compartir espacio con los coches.
- La peatonalización de las ciudades también mejora la situación en términos de contaminación ambiental.
- Mejora la calidad de vida no solo de los visitantes de la zona sino también de los residentes de la misma. El ruido al que se exponen, por ejemplo, baja de forma notable.
En definitiva, la peatonalización de las ciudades abre un abanico de opciones beneficiosas para los ciudadanos y, por supuesto, para el medio ambiente. Por este motivo, resulta indispensable que cada vez sean más las ciudades que apuesten por la peatonalización en Navidad u otras épocas del año.
¿Vives en una zona con estas características? De ser así, compártenos tu experiencia en el área de comentarios.
FUENTE: Elaboración propia / El Español / Ayuntamiento de Madrid/ La Vanguardia / Ecomovilidad