Con asiduidad, vemos en los periódicos y las televisiones a expertos en medio ambiente reunidos con los Gobiernos más poderosos del mundo. Actualmente, el objetivo más importante de la ONU es convencer a los países más contaminantes de la necesidad de reducir las emisiones de CO2. Pero, cuándo surgió este movimiento y de dónde procede. Estocolmo, la capital nórdica más cosmopolita tiene la respuesta a estas cuestiones. 

Corría el año 1972 y Suecia se lanzaba a organizar la primera conferencia internacional de la ONU dedicada a hablar sobre medio ambiente. En aquella reunión, se debatió por primera vez en la historia sobre el cambio climático, la sostenibilidad, la eficiencia energética, las emisiones de CO2… Todo un hito en la historia de la humanidad porque desde aquel momento, el medio ambiente ha pasado a formar parte de la agenda política de la mayoría de los países del mundo.

Esta apuesta por conservar la naturaleza, un valor muy apreciado por los suecos, ha situado al país del norte entre los primeros de la Unión Europea en utilización de energías renovables. Además, ha conseguido romper el tradicional vínculo entre crecimiento económico y contaminación; dando lugar a una economía fuerte capaz de encontrar en todo lo ecológico recursos para prosperar.

Malmö, de capital industrial a referente medioambiental

Situada en el estrecho de Oresund, la tercera ciudad más importante de Suecia es hoy en día un referente para urbes que quieren cambiar su modelo de crecimiento. Malmö ha sido, durante los tres últimos siglos, la ciudad más industrializada del país y lo que durante muchos años trajo riqueza y puestos de trabajo, terminó derivando en un desastre medioambiental.

Sin embargo, lejos de aceptar esta herencia, las autoridades de Malmö y por supuesto, el Gobierno sueco estaban decididos a trabajar para que Malmö recuperase su antiguo esplendor. Esta vez, apostando por un desarrollo sostenible, respetuoso con el medio ambiente y por supuesto, saludable para sus habitantes.

Por su situación estratégica para la industria, el antiguo puerto de Malmö era la zona más contaminada. Por lo tanto, el primer paso fue limpiarlo de todos los restos de elementos tóxicos y rellenarlo con tierra de la mejor calidad. Además, se procedió a una descontaminación en profundidad de las aguas que lo rodean, dando como resultado una magnífica playa que los suecos aprovechan durante los meses de verano.

Una vez adecuado el terreno, tocaba devolver a la sociedad una de las áreas más bonitas de la ciudad. Con vistas al estrecho de Oresund y frente a Dinamarca, Malmö cuenta hoy con uno de los barrios más innovadores de Europa. Además, durante el proceso de reconstrucción, se obligó a destinar un 50% de la superficie a áreas verdes, facilitando así la incorporación de jardines en las azoteas y sistemas de recolección de agua pluvial. 

Västra Hamnen: el barrio más ecológico de Suecia

Otra de las zonas más importantes de Malmö es el nuevo barrio de Västra Hamnen. Aquí las familias conviven con plantas autóctonas, casetas para pájaros y un aerogenerador que les abastece de electricidad. A esto hay que sumar que el barrio dispone de una bomba que extrae calor de las aguas subterráneas del Mar del Norte y lo revierte en la red de calefacción y aire acondicionado. 

Y un dato importante que deja patente el carácter ecológico de los ciudadanos de Malmö: los habitantes de esta zona consiguen reciclar el 80% de los residuos que generan y gracias a un sistema subterráneo de aspiración neumática son transportados hasta las plantas de tratamiento. Un buen ejemplo es lo que hacen con los residuos biodegradables, que se transforman en biogás y se emplean para la calefacción.

Otra muestra de regeneración urbanística es el barrio de Augustenborg, un área residencial construido en la década de 1950 que se había deteriorado mucho a causa de inundaciones periódicas. Ahora se ha integrado un sistema de canales de recogida de aguas pluviales, y plantas en las azoteas y tejados, que han acabado con el problema y han convertido esta actuación urbanística en objeto de estudio para expertos de todo el mundo.

La importancia de la economía verde

No obstante, Malmö no es solo ejemplo de barrios modernos. El sector medioambiental ha demostrado que puede generar una economía fuerte y estable. Hoy en día, está en pleno crecimiento y los suecos saben que las inversiones estatales han sido muy rentables. Prueba de ello son las más de 3.500 empresas que se han creado en este campo, donde la producción de soluciones sistémicas en áreas como la gestión de desechos y las energías renovables han sido imprescindibles.

40 años después de aquella cumbre por el clima, Suecia sigue trabajando para que las generaciones del futuro puedan disfrutar del medio ambiente que se merecen.

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