Como segundo país del mundo con más ecosistemas naturales, cuarto en especies salvajes, y noveno en lo que a recepción de turistas se refiere, México se plantea poner en marcha mecanismos de protección ambiental de sus destinos y de certificación de la oferta de turismo sustentable con la que ya se promocionan establecimientos hoteleros y empresas del sector por toda la república. El objetivo: lograr un punto de equilibrio en la explotación turística de los ecosistemas a través de una actividad más racional y con visión a largo plazo, que considere su impacto económico, pero también social y ambiental.

No es para menos si se considera que, a cierre de 2016, se confirmaron los datos de un crecimiento cercano al 50% en las divisas obtenidas por la actividad de la industria turística del país, alcanzando los 19 mil millones de dólares, es decir, seis mil millones de dólares más que los obtenidos en los últimos cuatro años. Este crecimiento hace indiscutible que el turismo es un motor económico muy relevante y beneficioso para México. Tanto, que merece la pena ser cuidado, no solo por una cuestión de concientización ambiental, sino también para preservar a futuro una vía de fuente de ingresos muy rentable.

Preservación de los ecosistemas y destinos clave

Desde la Secretaría de Turismo Federal del Gobierno de México se han llevado a cabo en los últimos años algunas acciones para promover el turismo sostenible, como fue la designación de las Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable, la puesta en marcha del programa de Ordenamiento Territorial Turístico para regular el crecimiento de los centros turísticos; y la realización de varios estudios de vulnerabilidad al cambio climático en los destinos turísticos.

Fruto de estas y otras acciones, México puede presumir de ofrecer opciones de turismo sostenible bien valoradas a nivel internacional. Entre las mejor acogidas, por mencionar algunos ejemplos, se encuentran:

  • Visita a la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, en el valle de Bravo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta reserva ofrece un espectáculo único: la migración de la mariposa monarca desde Canadá hasta México.
  • Visita al Área Natural Protegida Sierra de Zapalinamé, en el estado de Coahuila. Un destino que ofrece la oportunidad de ver a las guacamayas enanas, aves endémicas de la región.

  • Senderismo, espeleología y rápel para explorar las cascadas de agua, cuevas y monumentos rocosos del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, en el estado de Nuevo León.

  • Excursión a Akumal, una de las playas más bellas de la Riviera Maya, que acoge un santuario de tortugas marinas entre las que es posible nadar.
  • Avistamiento de aves en la Reserva de la Biósfera Río Lagarto en Yucatán, uno de los más importantes ecosistemas humedales que subsisten en México, hábitat de flamencos, garzas e ibis.

  • Navegación hasta las Islas del Espíritu Santo en Baja California Sur, donde el turista incluso puede nadar con lobos de mar o ver las ballenas y delfines del mar de Cortés.

La lista podría ampliarse muchísimo hasta recomendar la visita del total de 176 áreas protegidas repartidas por todo el territorio mexicano. De hecho, en 2016 el gobierno federal incorporó 17 nuevas Áreas Naturales Protegidas a su sistema nacional. Las opciones para los turistas que buscan en su visita a México contacto con la naturaleza son por tanto muy amplias y variadas.

Además, en torno a las áreas más visitadas han ido surgiendo emprendimientos turísticos que fomentan la economía local y la ecología. Medir el impacto de su actividad y certificarla con el fin de ofrecer garantías al turista responsable y preocupado por el impacto de sus viajes es uno de los retos que aún deben enfrentarse.

Aunque ya se han dado algunos pasos, como la integración de criterios de sustentabilidad y procesos de certificación de buenas prácticas en el Programa de Desarrollo Regional Turístico Sustentable y Pueblos Mágicos impulsado por la Secretaría de Turismo, la amplitud y complejidad del entramado que configura la oferta de turismo y ocio sostenible en México complica la labor de clasificar qué propuestas tienen realmente un impacto neutro en el desarrollo de su actividad.

Entre tanto, México no deja de sorprendernos con nuevas iniciativas públicas y privadas de enfoque sustentable, alternativas a los conocidos macro resorts de destinos más populares como Cancún y hotelitos eco-amigables que satisfacen una demanda al alza de alojamientos ubicados en rincones naturales privilegiados y empresas que organizan actividades para explorar el entorno sin agotar ni dañar sus recursos. El 2017, por ser el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, abrirá nuevas oportunidades para estos emprendimientos desde el punto de vista de la promoción y la consolidación de su oferta.

Recomendación musical: The Mission (Soundtrack), Ennio Morricone

5/5 - (1 voto)

Write A Comment

Guardar en Pinterest