El camino escolar es el itinerario que posibilita a niños y niñas realizar el trayecto de ida y vuelta al colegio de un modo seguro y sostenible. Antiguamente, los padres y tutores de los jóvenes escolares veían problemas en esta alternativa, con argumentos como la inseguridad en las calles o la cada vez más numerosa presencia de vehículos en las carreteras.

Los organizadores de este tipo de proyectos de movilidad sostenible contrarrestan estos problemas con una serie de medidas que garantizan la seguridad de los caminos escolares.

Seguridad del camino escolar

La elección de la ruta adecuada para que los niños acudan a los centros educativos de un modo seguro conlleva un proceso que implica una serie de medidas de adaptación:

– Organización de recorridos que permitan detectar problemas y plantear alternativas en los itinerarios, tales como coches aparcados en ambos lados que dificulten la visibilidad de los niños, pasos de cebra kilométricos o aceras estrechas y llenas de obstáculos.

– Propuesta de mejoras como la ampliación de aceras, la incorporación de pasos de cebra elevados en cruces peligrosos o la instalación de árboles que hagan el camino al centro educativo más atractivo.

– Realización de experiencias previas organizadas como caminatas que permitan a los niños a adquirir la seguridad suficiente como  para ser capaces de realizar las rutas por sus propios medios.

– Información para involucrar  a los comerciantes y vecinos del barrio en el apoyo a los escolares durante su recorrido.

Para estas modificaciones también puede ser muy útil pedir la participación de los escolares, quienes en muchos casos tienen una visión muy interesante en la detección de necesidades. Existen experiencias muy interesantes en este sentido como la “Ciudad de los niños” extraída de un trabajo de Francesco Tonucci.

Las principales ventajas que presenta este modelo de movilidad sostenible para los niños son las siguientes:

– Ayuda a que adquieran una mayor confianza en sí mismos y una mayor autonomía.

– Aumenta el conocimiento de las normas de seguridad vial al mismo tiempo que se disminuye la contaminación atmosférica al reducir el uso y dependencia del coche.

– Fomenta la interacción con el entorno  y con otros niños y niñas.

– Enseña a valorar y contribuir a la conservación del patrimonio y el medio ambiente.

Esta serie de ventajas han incentivado la implantación del Camino Escolar en ciudades de toda Europa, entre ellas varias españolas como Barcelona, Segovia, San Sebastián o Madrid.

Reconocimientos

Muestra del éxito del camino escolar es el Premio a la Movilidad Sostenible Urbana 2013 que otorga la Comunidad Europea, obtenido recientemente por la ciudad de Rivas Vaciamadrid (Madrid). El motivo por el que la ciudad ha sido galardonada se debe a su programa educativo “Caminos Escolares”, que facilita el compromiso entre padres y profesores en la movilidad de los niños a los centros educativos.

Por tanto, el camino escolar se plantea como una alternativa cada vez más fiable y reconocida que puede devolver a los niños una autonomía perdida en los últimos años, debido principalmente al desarrollo demográfico de las ciudades.

Fuente: Ambientum Ayto de Rivas Ministerio de Fomento / Flickr

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