Aunque las dos palabras puedan parecer similares en cuanto a contenido no tienen nada que ver como respuesta a una nueva situación. Consideramos que en este nuevo escenario de crisis o según parece post-crisis todos debemos adaptarnos a las nuevas situaciones y necesidades de un mercado sostenible en constante evolución. Por ejemplo uno de los nuevos requisitos de sostenibilidad desde Europa y ahora ya a nivel nacional son los Edificios de Consumo Casi Nulo (EECN). Por lo tanto incluir la tecnología o innovación dentro de los proyectos nuevos o de rehabilitación de EECN es puede dar un valor añadido.
La tecnología resuelve problemas pero no crea soluciones. La tecnología facilita los procesos pero no los empieza. La tecnología en sí puede no servir para nada ya que aplicada sin una necesidad aparente puede producir un efecto negativo de complejidad. La tecnología en sí puede abrumar y descolocar ya que no es fácil manejarla como usuario y es imprescindible explicarla para todos los públicos. En una palabra. Sencillo de uso.
Consideramos que en época de post-crisis se necesita sobre todo innovación y después tecnología para realizarla. Es decir primero hace falta un lápiz y papel para saber que necesitamos y luego la tecnología con los equipos y productos para realizarlo. Además nos faltaría un elemento muy importante aparte de lápiz y papel. La goma de borrar. Debemos aprender a equivocarnos cómo método de aprendizaje para encontrar las buenas ideas y poder avanzar. La tecnología ahí no ayuda. Los arquitectos normalmente nos equivocamos utilizando el lápiz y papel, y en el momento que la idea tiene forma aparece la tecnología del AUTOCAD para facilitarnos el trabajo de hacer el proyecto.
Necesitamos la innovación para crecer y mejorar nuestro entorno, como técnicos muchas veces no protegemos o escudamos con los avances tecnológicos. Las ideas que sólo están basadas exclusivamente en la tecnología pueden acabar en el cajón sin ninguna utilidad.
Simón Sinek cuando explica el “Golden Circle” nos sugiere cómo empezar a hacer las cosas y es un interesante ejercicio de cambio de mentalidad sobre todo de cómo la motivación y que la idea se ha de crear antes que los productos o equipos tecnológicos. Según su teoría siempre hemos de empezar por “Why” ¿Porqué hacerlo? Después “How” ¿Cómo hacerlo? Y por último “What” ¿Cúal es el equipo, el producto tecnológico necesario? Para más información visita Start with why.
Lo dicho.
Vamos a coger un papel en blanco, una buena idea y la plasmamos en un artículo.
Y si no sale a la primera, lo volvemos a intentar en el siguiente artículo, y así sucesivamente. Dijo Thomas Edison respondiendo a un periodista que le recordó que había cosechado casi mil intentos fallidos antes de dar con el filamento de tungsteno.
«No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de como no hacer una bombilla.»
¡Allá que vamos!
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