En este caso las pequeñas parcelas de huerta son propiedad de la zona residencial Palo Verde, una de mas muchas áreas de alojamiento que rodean el campus de la Universidad de California en Irvine, Los Ángeles. La universidad está enclavada en una de los condados más ricos de California, por tanto, los terrenos no sólo son escasos sino muy caros y cualquier parque de terreno, por pequeño que sea, es de valor.
El complejo de apartamentos Palo Verde, como en otras áreas residenciales, posee pequeñas áreas de huerta. En ésta, en concreto, había 99 pequeñas parcelas de unos 10 m2 de extensión cada una, que se alquilan por 35 dólares anuales a los estudiantes y por 65 dólares a los profesores. En el precio va incluido el costo del agua, el uso de compost y de las herramientas, que están a disposición de todos en la huerta. Sus usuarios poseen libertad de cultivar lo que deseen, si bien un 50% deben ser comestibles.
Como veis las parcelas son mucho más pequeñas que las que se pueden encontrar en Alemania, que podían tener hasta 300 m2, pero la verdad es que no se necesita mucho espacio para cultivar tus propios tomates o lechugas. Lo importante es ponerle ganas y dedicarle un tiempo cada semana.
Incluso los hay que han sabido aprovechar las botellas de plástico para reciclarlas y convertirlas en pequeños invernaderos individuales en donde dejar crecer zanahorias, cebollas y lechugas en sus primeros estadios de desarrollo, cuando necesitan, además, protección contra roedores y topillos que se los comerían en un santiamén.
Eso sí, la lista de espera es larga. Si deseas tener uno de estos huertos es mejor que te apuntes al mismo tiempo que haces la solicitud de entrada a la universidad, porque puede llevarte más de dos años conseguir una pequeña parcela.
Si te preocupa comer sano, orgánico y natural, nada mejor que cultivar tú mismo tus propios productos. ¡Anímate!