En electrónica hay un dispositivo creado para ahorrar energía que suele ser instalado en locales comerciales y oficinas: los detectores de presencia. Estos se caracterizan por ser disimulados, debido a su escaso tamaño; además, son útiles cuando se desea ahorrar dinero en la factura de la luz. Hoy queremos explicarte no solo qué es un detector de presencia sino también cómo es su funcionamiento.
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¿Qué es un detector de presencia o de movimiento?
Son dispositivos diseñados a partir de sensores capaces de reconocer los movimientos físicos que sucedan en el área en la que estén instalados. Por lo general, el detector de presencia está compuesto por dichos sensores, un interruptor y una o más bombillas; sin embargo, hoy queremos presentarte los sistemas más complejos.
Funcionamiento del detector de presencia
Su funcionamiento se basa en combinar un sensor de movimiento u ocupación junto a un temporizador y un interruptor electrónico para encender o apagar las luces cuando no son necesarias. Sin embargo, existen diferentes tecnologías convenientes de conocer.
Tipos de detectores
En el mercado existen sensores basados en diferentes tecnologías para detectar la presencia de personas en un espacio determinado, pero todos ellos deben activar las luces tan pronto como una persona acceda a una estancia y apagarlas tan pronto la abandone. A continuación te explicamos tres de los tipos de detectores de presencia que existen:
Detectores por infrarrojos
Los detectores de presencia más sencillos y habituales son los denominados Passive Infrared (PIR). Están basados en la diferencia de calor emitido por los seres humanos en movimiento respecto al del espacio vacío.
Estos sensores, de tipo pasivo, no son capaces de “ver” a través de obstáculos (como cristal) y poseen una sensibilidad baja, por lo que no se recomienda para pequeños movimientos o para superficies amplias. Además, estos modelos se caracterizan por detectar peor los movimientos hacia o desde el detector, que los movimientos que “cruzan” su campo de visión.
Por todo ello, los detectores PIR están indicados en zonas de paso como escaleras o aparcamientos, pero es necesario evitar fuentes de calor que apunten directamente o se encuentren cercanas, ya que desestabilizan el sensor.
Detectores por ultrasonidos
Una tecnología más avanzada que la anterior es la basada en la emisión de ondas de ultrasonidos fuera del rango de audición humana. En este caso, la diferencia entre la frecuencia de la onda emitida y recibida es interpretada como la existencia de personas.
Estos sensores, de tipo activo, son capaces de “ver” a través de esquinas y objetos, por lo que son aconsejables para la detección de pequeños movimientos y suelen cubrir superficies mayores. Sin embargo, no solo responden al movimiento humano, sino también al movimiento de puertas, ventanas, cortinas o incluso papeles saliendo de una impresora, por lo que pueden definirse como muy sensibles.
Detectores pasivos o microfónicos
Dentro de los detectores por ultrasonidos encontramos los denominados “pasivos” o “microfónicos”, que se basan en la detección de presencia por medio de “escuchar” el sonido emitido en un amplio rango de frecuencias. A pesar de que es posible configurarlos para que “aprendan” a distinguir sobre algunos ruidos de fondo continuos (como el aire acondicionado o motores), los modelos pasivos provocan un mayor porcentaje de falsos encendidos respecto a los modelos activos.
Detectores duales
Como último tipo de detector de presencia tenemos los más avanzados, ya que combinan las dos tecnologías anteriores: infrarrojos y ultrasonidos, tanto pasivos como activos, y son denominados “duales”. La ventaja que ofrecen es la eliminación de falsos encendidos y apagados, así como el aumento de la sensibilidad y de la superficie cubierta.
En conclusión, los diferentes modelos de detectores de presencia o de movimiento permiten su utilización en todo tipo de aplicaciones. Además, en algunos casos podrás encontrar ayudas públicas para su instalación. ¡Ya no hay excusa para deja las luces encendidas!