Dos jóvenes pasaban sus vacaciones en Cerro Verde, en Lima (Perú), lejos de las comodidades del progreso a las que estaban acostumbrados. Fue entonces cuando repararon en lo complicado que puede llegar a resultar algo tan sencillo como lavar la ropa allí donde no llega la electricidad.
Alex Cabunoc y Ji A Yoy, como se llaman estos inventores de Los Ángeles, vieron cómo algunos habitantes de Cerro Verde tenían que invertir hasta seis horas de trabajo a la semana fuera de sus casas para hacer la colada. Y así surgió GiraDora, un lavarropas a pedal.
El aspecto externo de este invento es como un bidón azul, pero en su interior guarda un mecanismo que permite que el tambor interno se mueva cuando el usuario, cómodamente sentado en el bidón, acciona un pedal al estilo del que levanta la tapa de una papelera. Tantas veces como se presione el pedal, tanto se moverá el tambor contribuyendo al lavado de la ropa.
La GiroDora trae consigo importantes beneficios también para la salud, sobre todo si consigue desterrar de una vez por todas las incómodas posturas de lavar a mano. En la actualidad, algunos de los trastornos que sufren mayoritariamente las mujeres, que son las que lavan, son dolores crónicos de espalda y rodillas, al permanecer largas horas inclinadas de rodillas.
A estos trastornos evidentes se suman otros, como son las tendinitis en muñecas como consecuencia de la presión y fricción que son necesarias ejercer en un lavado a mano o, incluso, asma y otros problemas respiratorios al inhalar de cerca los productos con los que han de hacer la colada. GiraDora evita todo esto, con la ventaja añadida de que, a diferencia de cuando se lava a mano, se limpian varias prendas a la vez. Además, vaciado el contenido de
agua, accionar el pedal permite un centrifugado del tambor que hace las veces de secadora.
El invento ha sido especialmente desarrollado para comunidades con muy bajos recursos. De hecho, su coste apenas alcanza los 40 dólares. Sin embargo, este lavarropas a pedal también puede tener su cuota de protagonismo en la sociedad más desarrollada, pudiendo ser de gran utilidad en las viviendas rurales, cuando se viaja en ruta o cuando se pasan temporadas en campings.
Ya está siendo probado en Perú y dentro de muy poco tiempo podría extenderse a otros lugares del mundo. En definitiva, este lavarropas a pedal se puede convertir en un invento que mejore la calidad de vida de muchas personas, contribuyendo a cuidar de su salud sin que las limitaciones del progreso se impongan y siendo más sustentables.
Fuentes: Ecoinventos | Ecologismos | La Bioguía