El aumento en el consumo de productos naturales se va sintiendo, sobre todo en el consumo de productos para el bebé.

El sector crece y la población se anima a abrir nuevos establecimientos en plena crisis económica, movidos por una especie de “euforia”. Y es que, según algunos estudios, el  consumo de este tipo de productos crecerá un 12,5% anual en España hasta el año 2020, una tendencia que anima también a industrias consolidadas y a las grandes cadenas a posicionarse en estos nichos de mercado con líneas específicas.

El crecimiento es tal que hasta las grandes superficies están incluyendo la gama eco en alimentación, como en productos para la higiene del bebé. Carrefour es una de las cadenas de alimentación que ha incluido estos productos en su oferta con su línea “Eco”.

El mundo ecológico está de enhorabuena ya que creció un 22% este último año. Y esto es una buena noticia para todos. Cuantos más consumidores ecológicos seamos, mejores precios tendremos.

Actualmente algunos productos naturales son mas caros que los convencionales, pero podemos reflexionar sobre este tema. Merece la pena invertir en papillas sin cereales transgénicos ni azúcar refinada.

La educación alimentaria es un tema indispensable y necesario para que los más pequeños, en un futuro, no padezcan las secuelas de una alimentación deficiente, como sobrepeso, obesidad, enfermedades cardiovasculares, etc. Si además se educa a los niños sobre la importancia de que los productos saludables sean obtenidos a través de técnicas respetuosas con el medio ambiente, la conjugación de ambas cuestiones propiciará una comprensión adecuada de lo que es y representa la sostenibilidad de los recursos.

Pero, no solo en la alimentación se puede introducir el elemento verde. Existen millones de artículos que, elaborados con materiales orgánicos, ayudarán a cuidar de tu bebé de una forma más natural: cepillos de pelo de cabra 100% natural, mordedores de maíz, jabones de leche de burra, chupetes de caucho natural etc. Todos ellos garantizan el mejor cuidado para el bebé con el mínimo impacto ambiental.

No sólo se trata de ofrecer el mejor cuidado a los niños sino también de preocuparse por dejar un mundo mejor para ellos. La intención es unir infancia y sostenibilidad, ayudando a los padres a preservar el futuro de sus hijos, confiando en que es posible lograr salvar el planeta mediante pequeños gestos como el consumo de productos naturales desde la infancia.

Sin duda, educar a los niños sobre la base de la conservación de la naturaleza y el regreso al consumo de productos naturales es ahora más sencillo con esta nueva línea de productos naturales.

Criar, cuidar y educar a un bebé de manera ecológica tiene innumerables ventajas para la salud y el medio ambiente. No obstante, conviene asesorarse con profesionales que ofrezcan productos «verdes» o comprobar su certificación mediante el uso de ecoetiquetas.

Entre los numerosos artículos que usa el bebé, los pañales, son un elemento fundamental, ya que el bebé los llevará durante meses y estarán en contacto con zonas de su cuerpo muy sensibles. Los defensores de los pañales ecológicos sostienen que sus propiedades no tienen nada que envidiar a los desechables y que permiten un ahorro económico importante y una reducción considerable del impacto medioambiental.

Además de los pañales, los bebés visten prendas que pueden originar irritaciones o alergias. Los defensores de la ropa ecológica afirman que ésta no causa problemas y se adapta a la delicada y sensible piel del bebé. Se recomiendan huir de los tejidos artificiales y escoger prendas con materiales naturales, en algunos casos tan curiosos como la fibra de maíz o la de leche.

Las fibras naturales, sin embargo, pueden resultar poco ecológicas. El algodón, una de las más recomendadas para la vestimenta infantil, a veces da problemas dermatológicos si se ha elaborado con una gran cantidad de pesticidas. Se recomienda buscar algodón ecológico u orgánico, ya que además de evitar los plaguicidas químicos, reducen para su desarrollo las elevadas cantidades de agua de los productores no ecológicos.

Junto a la ropa, los elementos de higiene y aseo están en contacto directo con la piel. Cada vez más, se encuentran productos cosméticos ecológicos basados en sustancias naturales, como la flor de la caléndula, que evitan las sustancias químicas.

Incluso la habitación puede ser más ecológica. Hay cunas fabricadas con maderas de certificación ecológica, mientras que los colchones se elaboran con algodón orgánico, lana y caucho natural. De la misma forma, las sábanas, mantas y colchas elaboradas con fibras naturales orgánicas ofrecerán una mejor adaptación a la piel del bebé.

Al pintar las paredes y el suelo de la habitación, la pintura ecológica puede ser la opción más interesante. Por otro lado, los niños pasan mucho tiempo en el suelo, por lo que merece la pena fijarse en las alfombras. Una vez más, las fibras naturales orgánicas tienen una serie de ventajas para la salud y el medio ambiente.

El juego y la educación forman también parte del desarrollo del bebé, por lo que el elemento ecológico no debería estar ausente. Los entretenimientos convencionales pueden reunir ciertas deficiencias de seguridad de los niños, por lo que es recomendable utilizar juguetes ecológicos.

Las actividades al aire libre o la educación en valores respetuosos con el medio ambiente contribuirán a la crianza ecológica.

En las principales ciudades españolas, diversas tiendas ofrecen algunos de estos productos ecológicos destinados a bebés. Son comercios convencionales o especializados en puericultura ecológica.

No obstante, España no ha alcanzado todavía el nivel de los países más avanzados en este campo, como Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, de donde se importan este tipo de productos. Nuestro país está en el camino ecológico, pero aún le queda mucho por recorrer.

Internet ha favorecido la apertura de puntos virtuales de venta, aunque siempre conviene contactar con sus responsables para informarse de las características.

Cada vez son más los papás que consideran que vale la pena hacer un gasto extra y dar a sus bebés productos eco, que a la larga traerán numerosos beneficios para la salud del pequeño.

Los eco-consumidores cada vez son más y apuestan fuerte por el consumo local, su principal preocupación es la salud y son clientes muy fieles que no suelen abandonar la rueda bio una vez lo han conocido. 

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