En virtud del significativo impacto de las acciones del hombre sobre el planeta y de la consecuente y creciente demanda para su cuidado, la sostenibilidad es un objetivo prioritario para las personas, empresas y gobiernos en todo el mundo.
La cadena productiva Agave –Tequila, consciente de esta tendencia internacional, toma la sostenibilidad como pieza fundamental de su estrategia de crecimiento. En México, cada vez son más las casas tequileras que apuestan por la elaboración y certificación de un tequila 100% orgánico.
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¿Cómo se hace el tequila orgánico?
Para que se obtenga un producto totalmente orgánico se deben cuidar todos y cada uno de sus procesos de producción. Este proceso para obtener Tequila inicia con el origen y cultivo del agave azul, planta base de donde se extrae la bebida emblemática mexicana. Para fertilizar los sembradíos se ha sustituido el uso de agroquímicos por abono natural extraído de la composta de los mismos bagazos de la piña del agave.
Después, el proceso de elaboración continúa con la “jima”: separar las pencas de la piña del agave en el momento en que su desarrollo es adecuado para la industrialización (de aquí resulta el bagazo con el que se elaboran las compostas). En seguida se pasa a la hidrolización para obtener azúcares mediante un proceso térmico. Es momento de la fermentación alcohólica con levaduras cuyo resultado es el mosto. Los azúcares son transformados en alcohol etílico y bióxido de carbono.
Una vez terminada la fase de fermentación se llevan los mostos a destilar. La destilación es en dos ciclos y se realiza, generalmente, en alambiques. En este primer ciclo se obtiene lo que comúnmente se conoce como ordinario. En un segundo ciclo, también conocido como rectificación, es de donde se obtienen los destilados finales, los cuales deberán ir libres de saborizantes, colorantes y emulsificantes artificiales.
Tendencia en el mercado
El mercado internacional tiene una demanda creciente y constante. Se espera que la Cadena Agave-Tequila y las autoridades mexicanas sigan trabajando juntos cuidando los recursos naturales para las futuras generaciones.
Es un compromiso social que la bebida estandarte que ha llevado el nombre de México a otros países se realice con la máxima eficiencia posible, con respeto al medio ambiente, el agua, la energía empleada, las materias primas y a todos los insumos de su producción.